El barrio de Getsemaní, ubicado en el corazón de Cartagena de Indias, ha sido reconocido como uno de los sitios más visitados y encantadores de Colombia, consolidándose como un destino imperdible para turistas nacionales e internacionales. Su mezcla de historia, arte urbano, vida bohemia y arquitectura colonial lo convierte en un epicentro cultural que cautiva a quienes lo recorren.

Reconocimiento por su autenticidad y dinamismo
Recientemente, Getsemaní fue destacado por medios especializados y plataformas turísticas como uno de los barrios más vibrantes de América Latina. Este reconocimiento se debe a su capacidad de conservar la esencia cartagenera mientras se adapta a las nuevas dinámicas del turismo responsable, el arte callejero y la gastronomía local.
Calles como la Callejón Angosto, decoradas con sombrillas de colores y murales artísticos, se han convertido en íconos fotográficos. Además, plazas como La Trinidad reúnen músicos, artesanos y visitantes en un ambiente festivo y acogedor.

Historia viva entre murales y balcones coloniales
Getsemaní fue, en tiempos coloniales, un barrio popular habitado por artesanos, pescadores y libertadores. Hoy, sus calles empedradas y casas de colores conservan esa memoria, mientras se llenan de expresiones culturales contemporáneas.
El arte urbano es protagonista: murales que narran la historia afrocaribeña, grafitis con mensajes sociales y galerías independientes que promueven el talento local. Esta fusión entre pasado y presente ha convertido a Getsemaní en un referente de turismo cultural en Cartagena.
Gastronomía, vida nocturna y experiencias auténticas
Además de su riqueza visual, Getsemaní ofrece una variada oferta gastronómica que va desde puestos callejeros con arepas de huevo y empanadas, hasta restaurantes gourmet con cocina fusión. La vida nocturna es otro atractivo: bares con música en vivo, terrazas con vista a la ciudad amurallada y espacios para bailar champeta y salsa.