Urge una Respuesta Firme ante la Violencia Contra la Infancia en Cundinamarca.
En las últimas semanas, los alarmantes informes sobre la violencia en contra de niños y niñas en Cundinamarca han suscitado un fuerte clamor por acción. Durante una sesión del Consejo Departamental de Política Social (CODEPS), se discutieron los recientes acontecimientos que han dejado a la infancia y a las mujeres en situaciones de grave vulnerabilidad.
Los datos son contundentes y desalentadores: en lo que va del año, más de 7,600 niños han sido víctimas de violencia en el país. Este escenario inquietante plantea una pregunta crítica: ¿cuántos niños más deben sufrir para que la sociedad actúe con la seriedad que requiere la situación? “Colombia necesita penas más severas”, afirmó uno de los asistentes al consejo. “Los gobiernos locales y departamentales debemos impulsar políticas públicas que garanticen un entorno seguro para la infancia. ¡No más!”.
El concepto de crianza ha sido objeto de debate en las últimas décadas, y muchos todavía sostienen creencias arraigadas que justifican el uso de la violencia como método de disciplina. “Crecimos escuchando que ‘la letra con sangre entra’, como si los castigos físicos o emocionales fueran necesarios para poner límites”, reflexionó otro miembro del CODEPS. Esta perspectiva, que perpetúa ciclos de violencia, debe ser desafiada y transformada.
Como parte de esta transformación, la Gobernación de Cundinamarca ha firmado un pacto por una #CrianzaRespetuosa, una iniciativa que busca educar y promover un enfoque más amoroso y respetuoso en la crianza. “Creer firmemente que criar con amor y respeto no requiere golpes, gritos ni insultos es fundamental”, aseguró un representante gubernamental. La propuesta es clara: educar a los niños y niñas para que crezcan emocionalmente saludables, mostrando que es posible ser guías firmes sin sacrificar el amor y el respeto.
Este pacto no solo es un llamado a la acción, sino también un compromiso a largo plazo para erradicar las prácticas nocivas de crianza que han prevalecido en la sociedad. Con el apoyo de la comunidad, las autoridades esperan crear un entorno donde cada niño pueda desarrollarse en un ambiente seguro y saludable.




