El expresidente de Colombia, German Vargas Lleras, señaló que hay que introducir mejoras al sistema de salud, el cual es evidente que no es perfecto. Agregando que no hay duda de que es urgente fortalecer los servicios de salud en los lugares más apartados.
El dirigente político manifestó que también hay que multiplicar la inversión en los hospitales públicos y convertir a la Superintendencia de Salud en la más técnica y estricta agencia del Estado para garantizar que las EPS, y en general todo el sistema, cumplan y hagan la mejor utilización de los billonarios recursos de que disponen.
“Pero otra cosa muy distinta es pretender acabar con el régimen de aseguramiento, que hoy cubre al 99 % de los colombianos. Acabar con la gestión del riesgo en lo financiero y operativo, con el control del gasto y su racionalidad y con las redes potentes y extendidas de servicios que hoy tienen. Tampoco podemos eliminar el derecho de cada colombiano a elegir y vincularse a la entidad que quiera, a la que le preste el mejor servicio. Ni acabar con la medicina prepagada, los planes complementarios y los copagos, pues además el sistema dejaría de recibir más de 1,5 billones al año”, explicó.
El sistema de salud demanda reformas y la introducción de trascendentales mejoras, pero sobre el principio de mantener los importantes avances alcanzados en los últimos 30 años. “Debemos buscar el fortalecimiento de la atención primaria, los servicios básicos del primer nivel y avanzar en la territorialización a través de redes mixtas que presten los servicios con la creación de modelos de atención integrales y diferenciados por territorios mediante la constitución de las redes integrales e integradas de servicios para la atención, en las que los pacientes tendrán un prestador primario que estará integrado a una red integral de servicios de salud en la que estarán los prestadores complementarios”, dijo el dirigente político.
Es importante terminar con la intermediación laboral de médicos, enfermeras y auxiliares para impedir que sus derechos laborales se vean afectados, como ocurre hoy en día y lograr que las mujeres del régimen subsidiado tengan por primera vez subsidio de maternidad, con licencia remunerada, puntualizó German Vargas Lleras.
Al dirigente político le preocupa la formación de especialistas. “Hay que formar pronto no menos de 5.000 y ponerle fin a ese selecto club al cual solo ingresan dos alumnos por especialidad y hospital cada semestre. Y, por supuesto, hay que contribuir a construir y adecuar en mejor forma los hospitales de la red pública nacional en más de 600 municipios que carecen de adecuados servicios”, explicó.
Es claro que el modelo que propone el gobierno del “cambio” pone en riesgo la prestación de servicios para la mayoría de los colombianos y la sostenibilidad financiera del sistema, pues fragmenta la atención en salud y no establece un responsable integral de los afiliados al sistema. Las EPS quedan con certificado de defunción expedido a dos años, y el sistema de aseguramiento desaparece. Todo se estatiza y se pone en cabeza de la ADRES, un fondo único pagador con fondos cuenta territoriales.
El riesgo financiero lo asume en su totalidad el Estado, generando un descomunal problema fiscal, y tampoco se contemplan mecanismos para regular el gasto. No hay claridad de cómo se financiarán las nuevas infraestructuras, el plan nacional de equipamientos, las becas, los sistemas de información y la formalización de los trabajadores. Pero más aún, no se consideran los riesgos contingentes de pasarse a un modelo de oferta que demandaría hasta 5 veces más recursos que los que hoy financian el sistema. La transición propuesta no es viable ni en tiempos ni en recursos. Preocupan los cerca de 100.000 empleos que se pueden perder, y la continuidad y financiación de las atenciones a los 8 millones de colombianos con enfermedades crónicas y de alto costo, dijo el dirigente político.
Agregando que “no podemos dejar que sea estatizado el sistema salud, tampoco podemos regresar a lo que era el Seguro Social, no permitamos que los alcaldes y gobernadores manejen los recursos de la salud, contratando redes, comprando medicamentos y tramitando cuentas de cobro. No dejemos que nos capturen políticamente utilizando la salud como instrumento de control electoral, como lo van a hacer con las pensiones”.
Lo que Colombia necesita es un sistema sensible, eficiente y sostenible, ágil en la tramitación de citas, tratamientos y medicamentos. Una Adres que sea el banco de la salud, que audite y que pague oportunamente las cuentas, que maneje sistemas confiables de información y ejerza un estricto control de los recursos públicos. Y una Superintendencia fortalecida que asuma el saneamiento del sistema e impida que se repitan prácticas corruptas en el conjunto del sistema.
Todo esto se puede conseguir sin liquidar un sistema que es ejemplo en el mundo y sin saltar al vacío asumiendo riesgos innecesarios y hasta ahora no bien calculados.



