
Desde 2025, una nueva generación comenzará a nacer, y será muy distinta a todas las anteriores. Se trata de la Generación Beta, compuesta por los niños y niñas que llegarán al mundo entre 2025 y 2039, y que crecerán completamente inmersos en entornos digitales e inteligentes.
A diferencia de los millennials o la Generación Z, que fueron testigos del auge de la tecnología, la Generación Beta será la primera en nacer directamente en un ecosistema donde la inteligencia artificial (IA) estará presente en todos los aspectos de la vida cotidiana.
¿Qué los hace únicos?
- Su contacto con la tecnología será natural y constante. La IA, los algoritmos, los asistentes virtuales y los dispositivos inteligentes serán parte del día a día desde la cuna.
- Sus primeros profesores podrían no ser humanos, sino robots educativos o plataformas de aprendizaje automatizado.
- Serán monitoreados desde temprana edad por tecnologías que seguirán su salud, emociones y desempeño cognitivo.
- Las ciudades donde crezcan serán inteligentes, con sistemas automatizados de transporte, seguridad, energía y datos.
Desafíos del futuro inmediato
- Deberán enfrentar una crisis climática global con efectos cada vez más visibles.
- Vivirán en un mundo donde la privacidad digital será frágil y la gestión de datos personales será un reto ético constante.
- La hiperconectividad podría traducirse en presión emocional y social, especialmente si la vida digital se convierte en una vitrina permanente.
🤖 Una generación que construirá el futuro
Más que testigos, los niños de la Generación Beta serán arquitectos del futuro. Por eso, el rol de padres, docentes, gobiernos y empresas será esencial para asegurar que el desarrollo tecnológico no los deshumanice, sino que potencie sus capacidades.
En un mundo donde lo artificial será omnipresente, lo verdaderamente humano deberá ser lo más valioso.




