Sabemos que el agua no es precisamente del agrado de los gatos, sin embargo, esto tiene una explicación más allá de que simplemente no les guste, y tiene que ver con factores genéticos y físicos. De acuerdo con los biólogos, a diferencia de los perros, los felinos tienen pelaje fino por lo que no repele al agua, sino que la absorbe por completo lo que provoca caídas considerables en su temperatura corporal y les causa frío.
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No obstante, estos problemas se pueden evitar si se le acostumbra desde edades tempranas a estar en contacto con el líquido, lo que incluso puede facilitar la hora del baño tanto para ti como para tu mascota. Si dejas que el felino se acostumbre al agua y nade desde el comienzo de su vida, tendrás un gato adulto con menos problemas para mojarse. Una vez que son adultos sigue siendo plausible, sin embargo necesitarás un entrenamiento basado en recompensas.
Aún así, debemos recordar que el baño en los gatos no siempre es necesario, ya que su lengua y saliva tienen las propiedades adecuadas para esto; además esto le puede causar problemas en la piel, dado que normalmente no tienen contacto con el agua.
