El América de Cali de manera extra oficial informó en las últimas horas la salida de Gabriel Raimondi como director técnico, luego de atravesar una de las peores rachas deportivas en la historia reciente del club. El estratega argentino dejó el cargo tras acumular nueve derrotas consecutivas, una situación que volvió insostenible su continuidad en el banquillo escarlata.
La decisión, que ya se veía venir entre la hinchada y los directivos, fue oficializada este lunes a través de un comunicado en el que el equipo agradeció el esfuerzo y la entrega del entrenador, pero al mismo tiempo reconoció la necesidad de un cambio inmediato para revertir la crisis futbolística.
Raimondi, quien había llegado con la ilusión de consolidar un proyecto basado en la posesión y la intensidad ofensiva, nunca logró imprimir su sello en el conjunto americano. Sus planteamientos no dieron resultado, y las falencias defensivas terminaron por condenar a la institución a ocupar los últimos lugares de la tabla.
La presión de la hinchada también fue determinante en la salida del técnico. Durante los últimos encuentros en el estadio Pascual Guerrero, los cánticos de inconformidad y las pancartas solicitando su renuncia fueron cada vez más frecuentes. La relación entre el entrenador y la afición terminó rota, algo que aceleró la decisión de la dirigencia.
Ahora el América deberá definir de manera urgente quién asumirá el mando técnico. En primera instancia se habla de un interino proveniente de las divisiones menores, mientras la junta directiva evalúa candidatos de mayor recorrido para tomar las riendas del equipo.
El panorama no es alentador, pues además de los resultados adversos, la plantilla muestra problemas anímicos y físicos. Los jugadores han manifestado su frustración, y el cuerpo técnico que llegue deberá trabajar no solo en lo táctico, sino también en la motivación de un grupo golpeado por la seguidilla de caídas.
Con esta salida, América de Cali inicia una nueva etapa marcada por la incertidumbre. La afición espera que la dirigencia actúe con rapidez y claridad, pues el equipo no solo se juega el presente en la liga, sino también la reputación de un club que, por historia y tradición, está llamado a ser protagonista y no a deambular en la parte baja de la tabla.


