Luis Campos, explicó que se ha logrado beneficiar a 200 compañeros hasta la fecha.
Luis Felipe Campos Orjuela es un conductor de buseta en Ibagué que ha dedicado 24 años de su vida al gremio transportador de la ola naranja, trabajando para la empresa Expreso Ibagué. Desde hace seis años, además de sus largas jornadas laborales, ha formado parte de la Fundación Social Transportadora, una iniciativa que surgió para ayudar a compañeros de trabajo que se encuentran en situaciones difíciles, especialmente aquellos que, debido a problemas de salud, no tienen pensión ni apoyo gubernamental.
Propósito
La Fundación Social Transportadora fue creada con el propósito de asistir a estos conductores que han quedado en una posición vulnerable. «Nos dimos cuenta de que muchos compañeros, después de años de trabajo, no podían sostenerse debido a enfermedades o la falta de ingresos,» comenta Luis Felipe. Este esfuerzo comunitario ha logrado beneficiar a 200 compañeros hasta la fecha, brindándoles ayuda mensual gracias a los fondos recaudados cada mes con la colaboración de propietarios y empresas solidarias.
Impacto
El día a día de Luis Felipe es arduo. Se levanta a las 4:30 de la mañana y no regresa a casa hasta las 10:30 u 11:00 de la noche, reflejando la dedicación que requiere su trabajo en el transporte público. Sin embargo, su compromiso no se detiene ahí. En su tiempo libre, se entrega a las actividades de la fundación, organizando colectas y distribuyendo alimentos a quienes más lo necesitan.
La labor de la fundación no sería posible sin la solidaridad de la comunidad y el apoyo de diversas empresas. Luis Felipe agradeció a todos los que se han unido a esta causa, destacando que cada pequeño aporte hace una gran diferencia en la vida de muchos conductores.
«Cada mercado que entregamos es una muestra de que juntos podemos lograr grandes cosas», dice. La fundación se ha convertido en un pilar de apoyo para muchos, demostrando que la unidad y el compromiso pueden cambiar vidas.
