Una fotografía tomada durante una reunión de congresistas republicanos en la Casa Blanca ha generado polémica en Washington y Bogotá. En la imagen, captada el pasado 21 de octubre, se observa a James Blair, subjefe de gabinete del expresidente Donald Trump, sosteniendo una carpeta abierta en la que se distingue un documento con fotomontajes de los mandatarios Gustavo Petro y Nicolás Maduro tras las rejas.
La foto, que pasó desapercibida durante días, fue detectada por usuarios demócratas en Reddit y difundida recientemente por el medio colombiano Cambio. Al hacer zoom sobre el documento, se revelan tanto el membrete del senador republicano Bernie Moreno, de ascendencia colombiana, como el título: “La doctrina Trump para Colombia y el hemisferio occidental”.
Según el análisis de la imagen, el texto detalla una estrategia de cinco puntos que supuestamente conformarían la línea política de Trump hacia la región. Entre ellos se mencionan:
- Designar a nuevos carteles como organizaciones terroristas extranjeras.
- Apoyar a líderes proestadounidenses en América Latina.
- Aplicar sanciones selectivas contra el presidente Petro, su familia y colaboradores cercanos.
- Combatir “acciones criminales, corruptas y antiestadounidenses”.
- Abrir una investigación internacional sobre la financiación de la campaña de Petro.
El documento lleva el sello del senador Bernie Moreno, uno de los aliados más cercanos de Trump en el Congreso y quien ha mantenido una postura crítica frente al Gobierno colombiano. Diversas fuentes señalan que Moreno habría influido en el endurecimiento de la política de Trump hacia Petro y Colombia.
Lo más llamativo es que la imagen fue captada dos días antes de que la administración Trump anunciara la inclusión de Petro y varios de sus familiares en la lista OFAC, que agrupa a personas y entidades sancionadas por supuestos vínculos con el narcotráfico.
En la misma reunión también aparece el senador republicano Lindsey Graham, quien posteriormente aseguró que el expresidente Trump contemplaba acciones militares en el Caribe y eventuales operaciones en territorio colombiano y venezolano, como parte de un plan de presión regional.
El incidente ha encendido alarmas diplomáticas por el impacto político y geoestratégico que podría tener esta “doctrina Trump” en las relaciones entre Estados Unidos, Colombia y Venezuela.
