La Policía de Kenia ofreció una recompensa por información que permita capturar a un presunto asesino en serie que se fugó de una celda en Nairobi.
El sospechoso, Collins Jumaisi, confesó haber asesinado a 42 mujeres y atacó a su última víctima cuatro días antes de escapar. La fuga, que ocurrió el 20 de agosto, involucró también a 12 ciudadanos eritreos. Cinco policías fueron presentados ante el tribunal, sospechosos de haber facilitado la fuga, pero fueron liberados tras pagar una fianza de 200.000 chelines kenianos (1.500 dólares).
Jumaisi, descrito por la Policía como un «vampiro» y «psicópata», había sido arrestado el mes pasado tras el hallazgo de cuerpos mutilados en un vertedero de Mukuru, Nairobi. Según las autoridades, él confesó los asesinatos cometidos en los últimos dos años, iniciando con su esposa como primera víctima.
La fuga se produjo cortando el techo de malla de alambre de la celda y escalando un muro. La Dirección de Investigaciones Criminales ofreció una recompensa por información que conduzca a su captura, sin especificar el monto.
Este caso ha generado indignación en Kenia, donde la Policía ya enfrenta críticas por la cercanía de los cuerpos a una estación policial. La Autoridad Independiente de Supervisión Policial investiga la posible complicidad de oficiales o la falta de prevención en los asesinatos.
Grupos de derechos humanos han acusado repetidamente a la policía keniana de ejecuciones extrajudiciales, aunque pocos oficiales han sido llevados ante la justicia.




