Escapan 18 detenidos de la estación policial en Apartadó; solo dos vuelven tras operativo intenso

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En la madrugada del lunes 13 de octubre de 2025, el municipio de Apartadó, en el Urabá antioqueño, despertó con una grave sorpresa: 18 personas privadas de la libertad escaparon de la Estación de Policía local tras abrir forzadamente muros que conectaban la sala de retenidos con un local comercial adyacente.

Las autoridades reportaron que la fuga se materializó aproximadamente a las 2:30 a.m. de ese día. Según informes oficiales, los detenidos habrían estado conspirando durante al menos cinco días para debilitar el muro contiguo, usando herramientas que no les fueron incautadas al momento de su captura.

Recapturas y operativos desplegados

Aunque se hablaron inicialmente de dos recapturas, los datos confirmados indican lo siguiente:

  • Uno de los fugados, identificado con el alias “Vaca” (o “La Vaca”), se entregó voluntariamente a las autoridades tras el escape.
  • A esa captura voluntaria se suma otra persona que fue recapturada por las fuerzas policiales. Sin embargo, aún permanecen 17 prófugos.
  • La Policía de Urabá activó un plan candado en toda la zona urbana y rural del municipio para evitar que los fugados escaparan de la región, reforzando controles vehiculares, puestos de registro y patrullajes.
  • Además, se ordenó una investigación disciplinaria interna para determinar las posibles fallas en los protocolos de seguridad y trazabilidad del caso.
  • Como incentivo, las autoridades ofrecieron una recompensa de hasta 5 millones de pesos para quien suministre datos veraces que faciliten la recaptura de los escapeados.

Perfil de los fugados y contexto institucional

Según la Policía y medios locales, los 18 prófugos tenían antecedentes por delitos como feminicidio, hurto agravado, porte ilegal de armas y otros delitos graves. Las identidades y rostros de los fugados fueron divulgados públicamente para facilitar su localización.

Este episodio se suma a un antecedente ocurrido hace unos años: en la misma estación de Policía, nueve detenidos se fugaron durante una balacera, habiendo reducido al policía de turno y aprovechando la confusión para huir.

Organismos judiciales, autoridades locales y nacionales se encuentran en alerta máxima para evitar que esta fuga derive en problemas de orden público, especialmente en municipios de la subregión que suelen tener debilidades en infraestructura penitenciaria y carencia de recursos humanos.

Retos y desafíos estructurales

La fuga pone en evidencia varios puntos críticos:

  1. Infraestructura insegura: La conexión entre la sala de retenidos y locales comerciales contiguos se ha convertido en una vulnerabilidad.
  2. Falta de control y decomiso: Que los detenidos pudieran movilizar objetos para debilitar muros indica posibles fallas en los operativos de registro.
  3. Hacinamiento y condiciones de retención: Estaciones policiales no están diseñadas para una retención prolongada de presos, lo que agrava los riesgos administrativos y de seguridad.
  4. Presión social y riesgo comunitario: La presencia de fugitivos con antecedentes graves puede generar temor en la comunidad local.
  5. Debilidad institucional: La necesidad de una investigación interna y la reactivación de protocolos de seguridad llaman la atención sobre posibles negligencias o falta de seguimiento previo.

En suma, la fuga de 18 presos de la estación de Policía de Apartadó, con solo dos recapturas hasta ahora confirmadas, representa una falla seria en los mecanismos de custodia policial local, abre interrogantes sobre la rendición de cuentas y exige una respuesta rápida y efectiva de las instituciones encargadas de la seguridad pública.


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