El exjugador del Real Madrid y el Rayo Vallecano, ahora en el Club León de México, se sentó en el programa ‘Los Amigos de Edu’ para charlar con Edu Aguirre. En la entrevista, el colombiano repasó su trayectoria en el club blanco, su relación con Ancelotti, Zidane y su “pique” con Benítez.
Estuvisteis cerca de ganar a Argentina en la Copa América.
“Sí, hicimos una excelente Copa. A nivel personal fue espectacular. Queríamos el título y estuvimos cerca, pero por factores externos no pudimos ser campeones de América. El árbitro no nos pitó dos penales, y para mí, uno de ellos era claro. En todos los partidos salieron los audios del VAR, pero en la final no… algo raro pasó ahí. Nosotros tuvimos que enfrentar a Brasil, Uruguay y otros rivales fuertes, mientras que ellos se enfrentaron a rivales más débiles. Además, nosotros viajamos mucho más, pero eso no son excusas. A pesar de todo, llegamos bien al partido, hicimos un gran encuentro y nos metieron el gol a tres minutos de los penales. Ellos han ganado todo, no digo que no merecieran ganar, porque si fueron campeones es porque lo merecían, pero es cierto que estas situaciones externas nos afectaron.”
¿Cómo es llevar el ‘10’ de Colombia?
“Es algo con lo que sueñas desde niño y que deseas que suceda. Desde que me pongo la camiseta es algo único. Tener a todo mi país detrás y ser el capitán de una generación tan talentosa es increíble. Como capitán, intento que todos estén bien. Hablo con mis compañeros, veo lo que les pasa y trato de aconsejarlos. No es solo ponerte el brazalete; me importa mucho saber lo que les está ocurriendo fuera del campo.”
¿Sientes la presión de todo un país?
“Es una presión positiva porque es un sueño que siempre quise. Hace que tenga más ganas de jugar mejor. En Medellín no puedo salir a la calle, salgo a comer, pero a lugares más tranquilos. Es imposible hacerlo en lugares donde hay mucha gente.”
¿Dónde notas más la fama, en España o Colombia?
“Aquí en España también la noto mucho. Me pedían fotos cuando volvía, los madridistas me paraban por la calle y me preguntaban ‘¿por qué te fuiste?’. En el Madrid hice goles hermosos, y creo que por eso me tienen cariño.”
Las críticas.
“Antes me afectaban, pero ya no leo nada. No veo nada de ‘X’ desde 2020, no uso Facebook, y la única red que sigo es Instagram y TikTok. Intento concentrarme en mí. Ya sé cuándo juego mal o bien, soy autocrítico. El fútbol ahora es muy resultadista: juegas mal, marcas un gol o haces un pase, y ya parece que jugaste bien. Me ha pasado. Prefiero ganar y jugar mal.”
¿Cómo gestionas las derrotas?
“No me gusta perder, pero intento separar las cosas cuando llego a casa y estoy con mi familia. Cuando estaba en el Madrid aprendí a manejar estas situaciones porque siempre estaba en el foco. Si me ponía a hacer caso a todo lo que decían, me volvería loco. Al principio, cuando leía cosas, me motivaba y pensaba ‘voy a callar bocas’. Me gusta jugar en estadios donde todos me pitan.”
Su infancia.
“Tuve una infancia feliz. No tenía todo, pero sí lo suficiente para ser feliz: un balón y unas botas. Era pésimo estudiante, pero en Educación Física era el mejor. Desde los 12-13 años empecé a ver más cerca el sueño de ser futbolista, porque vi que era bueno y que podía lograrlo. El fútbol no sé si es suerte, pero deben darse muchas cosas para llegar a la élite. No fui rápido, pero con el tiempo trabajé el cambio de ritmo corto y ahora me esfuerzo por marcar la diferencia.”
Su etapa en Argentina y en el Oporto.
“Sin el VAR, me golpeaban mucho. El fútbol sudamericano en esa época era más físico y directo. Cuando llegué al Oporto, noté la diferencia en la manera de mover el balón y dar pases rápidos, pero como siempre tuve técnica, me resultó más fácil. Las eliminatorias sudamericanas son más difíciles que las europeas.”
La llamada del Madrid.
“Durante el Mundial, Jorge Mendes me dijo que me quería el Real Madrid. Me lo dijo con mucho énfasis, ‘no te desenfoques’, y eso me dio más fuerza. Justo después, marqué un gol contra Japón y dos contra Uruguay. Esa llamada me motivó aún más. Tenía 22 años y pensé: ‘Ahora tengo que jugar mejor’, y fue entonces cuando conseguí la Bota de Oro del Mundial.”
Su llegada al Madrid.
“Me querían también el City y el PSG, con sueldos muy altos, pero elegí el Madrid porque Florentino me llamó y me dijo: ‘¿gloria o plata?’. Siempre he sido madridista, y el Real Madrid es el Real Madrid. Cuando llegué, pensé: ‘¿Cómo hablaré con Ramos, Karim, Modric, Cristiano o Iker?’. Pero todos estaban tranquilos, como si hubieran jugado en el barrio. Florentino siempre me trató bien, y aunque no hablé mucho con él después, sé que siempre fui uno de sus favoritos. Me dijo ‘Qué pena’ cuando me fui al Bayern. Llegué cuando llegó Ancelotti, y estaba con Kroos, Isco, Benzema y Bale. Pensé que no me pondría de titular, ya que solo entrené cinco días, pero me puso y jugué 60 minutos.”
Su primera temporada.
“Marcando más de 14 goles y 15 asistencias, fue un nivel espectacular, similar al que está mostrando Bellingham en su primera temporada. Me gusta mucho cómo juega. Creo que podría ganar un Balón de Oro. En mi época, con Messi, Cristiano, Iniesta, Xavi, Suárez, Neymar, fue difícil ganar un Balón de Oro. En 2014 quedé octavo. Me habría gustado ganarlo, claro, pero me centraba más en ganar títulos, como la Champions.”
Su “pique” con Benítez.
“Tuve un pique con él. Al principio me ponía, pero luego no. Una vez salí del partido porque me cambió y el Bernabéu lo pitó. Yo hice un gesto y creo que él pensó que lo había dirigido al público. Se lo tomó mal.”
Ancelotti.
“El éxito de un entrenador depende mucho de su manejo de grupo. Si te fijas en Carletto, verás que todos los jugadores que han pasado por sus equipos rinden. Kaká rindió con él en el Inter, y en el Madrid lo hizo con Cristiano, Vini, Rodrygo y conmigo. Ancelotti es el mejor para mí. Con él siempre jugué.”
Zidane.
“Zidane siempre fue mi ídolo. A veces entrenaba y tenía más calidad que todos nosotros. Cuando llegó, hubo mucho morbo en la prensa, pero a mí no me pasó nada con él. No estuve enfadado, pero él encontró un gran equipo en el que yo no encajaba. Con él jugué, pero en los partidos clave no me puso. Puso a Kroos, Casemiro y Modric, y eso es respetable.”
La prensa.
“Sufrí mucho con la prensa. Decían cosas como que no me cuidaba, pero yo siempre entrené. Con 33 años, si no me cuidara, no podría haber jugado al nivel que jugué en la Copa América. A mi gente le molestaba más, me decían ‘habla’ o ‘¿por qué no dices algo?’, pero yo pensaba ‘Cuando esté en el campo, ya hablaré’. Si no me hubiera cuidado como decían, no habría rendido. No guardo rencor a la prensa española. Hay que saber perdonar.”
Su familia.
“Poca gente me conoce de verdad. Soy muy bromista y divertido. Mi madre, mis dos hijos y mi padrastro siempre han estado ahí. A mi hijo le gusta el fútbol, pero no quiero que juegue, ya lleva la presión de ser mi hijo. Si le gusta, lo aceptaré, pero no quiero que sea futbolista. Si no hubiera jugado al fútbol, no sé qué habría sido. Siempre quise ser futbolista y no me imaginé otra cosa. Me pongo nervioso antes de los partidos, y sé que cuando deje el fútbol lo echaré mucho de menos. Por eso cada partido lo vivo como si fuera el último.”
Su retirada.
“Quiero jugar el Mundial 2026 y ver si sigo un año más o dos, según cómo me responda el cuerpo. Después del Mundial decidiré. Mi hija quiere que siga hasta los 39. Mi estilo de juego, más de toque y menos físico, me permite pensar que podría continuar. Si me retiro después del Mundial, mi hija me va a matar, pero por ella lo pensaré. Tras mi retirada, me gustaría ser dueño o presidente de algún club, pero no entrenador. Me gusta el fútbol, pero desde fuera. No creo que dentro de tres años me pique el gusanillo.”




