En lo corrido del año, numerosos casos de estafa se han presentado bajo la modalidad de ‘tío, tía’, y de acuerdo con las autoridades, son pocas las personas que reportan los hechos ante los entes correspondientes. En esta ocasión, fue una mujer de 48 años la que resultó estafada por un delincuente que se hizo pasar por un sobrino que se encuentra en el exterior.
La llamada
En la mañana del jueves 18 de noviembre, Alba María Abello recibió una llamada de un número privado, extrañada contestó y de inmediato un hombre joven la saludó diciéndole «hola tía»; Alba le contestó con un simple «hola», preguntándole quién era, pues se le hacía extraño. Fue allí que el hombre le nombró a un sobrino que se encuentra en Chile.
La excusa
«Él sabía que yo sí tengo un sobrino en Chile, y me dijo con nombre propio ‘tía, soy Janner’. Por supuesto que yo le creí y me preocupé», explicó Alba. «Me dijo que estaba varado porque necesitaba una plata para devolverse, que porque se había enfermado y no tenía cómo pagar una cirugía que necesitaba», añadió.
El dinero
El hombre le pedía un millón de pesos para poder comprar tiquetes, pues aseguraba que ya tenía la otra parte del boleto de avión, por lo que Alba le preguntó cómo le podía enviar el dinero si él estaba en otro país. «Él me dijo que un amigo de él iba a pasar por la plata y que él la pasaba a una tasa de cambio y se la enviaba, algo así le entendí. Se me hizo raro pero como lo escuché tan desesperado, casi llorando, que el jueves por la noche yo le entregué la plata al muchacho que vino, también parecía buen muchacho», contó.
Era mentira
Sin embargo, una vez Abello hizo la transacción, no volvió a tener contacto con su supuesto sobrino. No fue sino hasta el sábado en la noche que logró contactarse con el Janner real, mediante Facebook, quien le desmintió toda la historia y le dijo que estaba bien, que él no la había llamado y que en realidad había sido estafada. Fue así que Alba se dispuso a averiguar cómo instaurar una denuncia, manifestando que le preocupa que no tiene el número del que la llamaron, porque era un privado.
