Fue encontrado sin vida en el centro carcelario donde tenia 8 años detenido

Los hechos ocurrieron en el municipio de Tipitapa, Nicaragua.
El agresor fue identificado como Joselito Domena.
[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

El primer preso político del régimen sandinista, Santos Sebastián Flores Castillo, murió a los 52 años en la cárcel de alta seguridad de Tipitapa, tras permanecer ocho años detenido.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), quien dio a conocer el fallecimiento exigió al Ministerio de Gobernación y al sistema penitenciario una «investigación exhaustiva que informe las causas de muerte». Hasta ahora las autoridades del país han mantenido silencio sobre el caso, que estalló ante la opinión pública en 2013 cuando Flores realizó acusaciones directas hacia Ortega de haber violado a su hermana de 15 años, que además resultó embarazada, lo que provocó su detención.

«Estoy encarcelado injustamente porque Daniel Ortega me odia a muerte. De gusto, solo porque no estuve de acuerdo con la relación de pareja cuando él convirtió en su mujer a mi hermana Elvia Junieth cuando tenía 15 años», dijo Santos Flores en una carta. El Cenidh, que presentó el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, denunció de forma reiterada que Flores sufría torturas sistemáticas, tanto físicas como psicológicas.

Los jueces sandinistas condenaron a Santos a 15 años de cárcel por un delito de violación. «El presidente le mandó a prefabricar el supuesto delito de violación que nunca sucedió, con la finalidad de silenciar su voz», explicó Elpidia Castillo en su denuncia ante el Cenidh. La madre de Santos asegura que a su hijo le practicaban torturas diarias y que recibía amenazas de muerte de los funcionarios, quienes le gritaban que «sólo estamos esperando órdenes superiores». La familia de Flores Castillo siempre sostuvo que su caso no era político, sino humanitario, no obstante, responsabilizaron a Ortega de lo que le ocurriera a Santos Sebastián dentro de la cárcel.


Compartir en

Te Puede Interesar