En libertad coronel del Ejército que traficaba

En libertad capitán Juan Carlos Remicio después de haber sido capturado con 96 kilos de cocaína.
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En un giro escalofriante de los acontecimientos, el capitán del Ejército Juan Carlos Remicio fue detenido en flagrancia junto a cuatro cómplices en la Zona Franca de Bogotá, sorprendidos con 96 kilos de cocaína ocultos en un furgón. La operación, realizada por el Gaula Militar de Cundinamarca, reveló una traición insólita que sacude los cimientos de la institución. Un hombre que debía proteger al país se convierte en un engranaje de una máquina de narcotráfico.

Por la desarticulación, él fue detenido en flagrancia

El operativo fue el resultado de exhaustivas labores de inteligencia que identificaron una red dedicada al tráfico de estupefacientes. Remicio y sus cómplices, Julián Alberto Gaitán Gaviria, Germán Rene Franco Maya, Jairo Alexander Santander y José Ricardo Zárate Ramírez, operaban en un entorno clandestino, recolectando cocaína en zonas de conflicto como Nariño, Caquetá y Putumayo. La magnitud de su operación pone de manifiesto la gravedad del problema de corrupción que infecta incluso las filas de quienes deben ser los guardianes del orden.

Enigmática decisión

Lo que siguió a su detención fue aún más sorprendente. A pesar de la evidencia abrumadora, un juez de control de garantías decidió poner en libertad a los detenidos, desencadenando una ola de indignación. La decisión dejó a muchos preguntándose cómo es posible que aquellos que violan la confianza del Estado puedan eludir la justicia con tal facilidad. La reacción del público y de las autoridades fue un grito desesperado contra la impunidad que parece regir en todos los cimientos del país.

Ante esta situación, el Gaula Militar emitió un comunicado reafirmando su compromiso en la lucha contra la corrupción. Sin embargo, sus palabras resuenan vacías ante la realidad que enfrentan. La traición de uno de sus propios miembros pone en tela de juicio la integridad de la institución. La lucha contra el narcotráfico no solo es una batalla externa; es una lucha interna que requiere introspección y acción decidida.

Clamor ciudadano

La captura del capitán Remicio no es solo un escándalo; es un llamado urgente a la acción. En un país donde el narcotráfico sigue siendo una amenaza latente, la traición desde dentro es una herida profunda que necesita ser sanada. La historia no termina aquí; es solo el principio de una batalla por la justicia y la restauración de la confianza en las instituciones.

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Pie de foto: Juan Carlos Remicio, sindicado.


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