Bogotá, 2 de julio de 2025 – La llegada de Frisby a España ha generado no solo una discusión legal y cultural, sino también un inesperado impulso comercial para la nueva cadena europea. La polémica por el uso del nombre “Frisby” —famoso en Colombia por su pollo frito— ha caído “como anillo al dedo”, según fuentes de la compañía, que ya prepara una expansión ambiciosa en el mercado español.
La estrategia detrás de Frisby España
Charles Dupont, vocero oficial de Frisby España, aclaró que el uso del nombre no es un plagio ni robo de marca, sino una oportunidad legal: “La identidad gráfica y el nombre estaban disponibles en Europa. Aquí no hay monopolio de una empresa colombiana. Encontramos un vacío cultural y lo aprovechamos.”
El representante explicó que intentaron establecer una alianza con Frisby Colombia para una posible franquicia, pero nunca recibieron respuesta concreta. Por ello, decidieron avanzar de manera independiente con una oferta que combina sabores latinos, como pollo frito, arepas y ensalada de repollo, pero sin usar la receta original colombiana.
Planes de expansión: 12 nuevos puntos de venta en 2025
Frisby España planea abrir dos restaurantes principales en Madrid y Barcelona, y diez “cocinas ocultas” dedicadas exclusivamente a pedidos a domicilio. “Estaremos en las 10 ciudades más grandes del país, buscando llegar a la mayor cantidad de clientes posible”, afirmó Dupont en entrevista con Blu Radio.
Además, la empresa prevé crear 90 empleos directos en 2025, repartidos entre las dos grandes ciudades y las cocinas ocultas.
Polémica que impulsó la marca
La disputa por el nombre Frisby se convirtió en una campaña publicitaria inesperada que ha fortalecido la presencia de la marca en España. Según Dupont, “nuestra campaña de lanzamiento ha sido un éxito. Y eso es algo que nadie puede negar.”
Esta polémica demuestra cómo una controversia puede transformarse en una ventaja comercial, y marca un precedente sobre las oportunidades y desafíos de la internacionalización de marcas latinoamericanas.




