Francia y Reino Unido presentaron este miércoles un proyecto piloto conjunto para gestionar los flujos migratorios en el Canal de la Mancha, una de las rutas más utilizadas por migrantes que buscan llegar a territorio británico. El acuerdo contempla un sistema de intercambio basado en el principio de «uno por uno», aún pendiente de aprobación por parte de la Comisión Europea.
Según el anuncio oficial, Francia aceptará el retorno de migrantes que hayan llegado a Reino Unido en embarcaciones precarias provenientes de sus costas. A cambio, el Reino Unido recibirá a solicitantes de asilo con vínculos familiares en el país.
El primer ministro británico, Keir Starmer, calificó el plan como “revolucionario” y señaló que su aplicación podría comenzar en las próximas semanas. “Buscamos ordenar el sistema y proteger vidas humanas, al tiempo que se respetan los compromisos internacionales”, afirmó.
Desde principios de 2025, más de 21.000 personas han cruzado el Canal de la Mancha de forma irregular, lo que ha generado fuerte presión sobre el gobierno laborista y alimentado el discurso de partidos antiinmigración como Reform UK. Su líder, Nigel Farage, criticó duramente el acuerdo, calificándolo como “una humillación” y una “cesión ante Francia”.
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron responsabilizó al Brexit por el vacío legal que incentiva los cruces ilegales. “Este acuerdo busca corregir una distorsión generada por la salida del Reino Unido de la UE”, indicó, y añadió que el nuevo esquema puede tener un “efecto disuasorio” para redes de tráfico de personas.
El pacto ha generado inquietudes en otros países miembros de la Unión Europea, como España, Italia y Grecia, que han pedido una respuesta más coordinada del bloque frente al fenómeno migratorio.
Además del tema migratorio, Macron y Starmer acordaron profundizar la cooperación en defensa y seguridad, con especial énfasis en la coordinación de capacidades nucleares, sin comprometer la soberanía nacional de cada país.




