La vicepresidenta y ministra de Igualdad, Francia Márquez, aclaró que no contempla una candidatura presidencial en las elecciones de 2026, cuando se elegirá al sucesor del presidente Gustavo Petro. «Ahora no, creo que a mí me eligió el pueblo para cumplir mi mandato», afirmó Márquez desde Cali, donde asiste a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), un evento que culminará el próximo 1 de noviembre.

Según la normativa electoral colombiana, cualquier funcionario público que desee postularse en las elecciones de 2026 debe renunciar a su cargo antes de enero de ese año. Sin embargo, Márquez dejó claro que su foco sigue en los compromisos adquiridos en su rol actual.
Aunque varios sectores ya perfilan precandidatos, el presidente Petro no puede buscar la reelección, ya que esta fue eliminada de la Constitución en 2015. Tampoco ha indicado quién podría representar su movimiento en la próxima contienda. Márquez, por su parte, mostró un espíritu de colaboración al desear éxito a los futuros aspirantes y recalcó la importancia de elegir a líderes comprometidos con la agenda del actual Gobierno, especialmente en temas de paz, justicia social y sostenibilidad ambiental.

Con la segunda mitad del mandato en marcha, Márquez explicó que el gabinete enfrenta aún “desafíos enormes”, especialmente en territorios históricamente olvidados por el Estado. «Son muchos años de violencia estructural que no se transforma de la noche a la mañana, pero estamos sembrando semillas de cambio», destacó. Añadió que el objetivo es cerrar las brechas de inequidad y reducir el abandono social, logrando así una transformación sostenible en las vidas de los ciudadanos.
Además de la equidad, la paz es uno de los pilares de su gestión. “Cuando logremos erradicar la violencia y el conflicto armado de nuestros territorios, se abrirán las puertas de oportunidades para el país”, señaló la vicepresidenta.
Durante su intervención en la COP16, Márquez destacó el impacto del conflicto armado en la biodiversidad de Colombia, argumentando que la violencia ha afectado de forma desproporcionada a los ecosistemas. Recordó que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha reconocido al río Cauca y sus comunidades aledañas como víctimas del conflicto, lo que enfatiza la necesidad de reparar el daño ambiental.
“Paz con la naturaleza” es el lema que enarbola Colombia en esta cumbre, defendiendo una transición de economías ilegales hacia economías sostenibles que protejan la biodiversidad y ofrezcan alternativas de desarrollo a las comunidades rurales. Márquez expresó su compromiso de continuar impulsando políticas que eviten repetir los ciclos de violencia que han afectado al país. «Es imperativo que el Estado deje de ser cómplice de estas violencias y asuma la responsabilidad de un cambio real y sostenible», concluyó.




