Una fotografía que muestra a un niño palestino gravemente desnutrido ha causado una profunda ola de conmoción e indignación en redes sociales y medios internacionales este 29 de julio de 2025. La imagen, que se volvió viral en cuestión de horas, ha sido compartida millones de veces en plataformas como X (antes Twitter), Instagram y TikTok, acompañada de mensajes que denuncian la crisis humanitaria extrema en la Franja de Gaza.
En la imagen se ve a un menor de edad con signos evidentes de desnutrición severa, acostado sobre una camilla de hospital, con costillas marcadas y un semblante visiblemente debilitado. La fotografía fue capturada por un voluntario de una ONG médica internacional que trabaja en hospitales improvisados en el norte de Gaza, y rápidamente se convirtió en símbolo del sufrimiento de los más vulnerables en medio del prolongado conflicto.
Sin embargo, lo que inicialmente parecía un claro ejemplo del deterioro humanitario en la zona pronto abrió un debate global, ya que médicos cercanos al caso confirmaron que el menor en la foto también padecía una condición genética rara que causa atrofia muscular severa, lo que contribuyó en gran parte a su estado físico.
La revelación provocó una división de opiniones: mientras muchas personas siguen compartiendo la imagen como un llamado urgente a la acción humanitaria, otros denuncian su uso como una representación inexacta de la situación. Aun así, el caso visibilizó la gravedad del momento que vive Gaza.
“Aunque el niño tenga una condición médica preexistente, su imagen refleja una realidad que es muy cercana a la de miles de menores en Gaza hoy”, afirmó un representante de Médicos Sin Fronteras. “La malnutrición, el colapso hospitalario y el bloqueo alimentario son reales y están empeorando”.
La fotografía incluso motivó reacciones de figuras públicas, artistas y líderes políticos. La cantante Dua Lipa y el actor Mark Ruffalo compartieron la imagen en sus cuentas pidiendo una intervención internacional urgente. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, evitó referirse al caso específico, pero insistió en que “la crisis humanitaria en Gaza debe recibir atención inmediata, más allá del debate sobre una foto en particular”.
En paralelo, la imagen también fue objeto de manipulación: versiones editadas comenzaron a circular con desinformación añadida, lo que llevó a plataformas como Instagram y X a etiquetar el contenido con advertencias sobre contexto faltante.
A pesar de la polémica, expertos en derechos humanos insisten en que la reacción global es positiva, ya que “la fotografía removió la indiferencia”, aunque también recuerdan la importancia de verificar la información antes de viralizar imágenes sensibles, tanto por respeto a las víctimas como por credibilidad en el activismo digital.
Actualmente, el niño de la imagen recibe tratamiento especializado en un hospital de campaña, pero su pronóstico sigue siendo reservado. Mientras tanto, la imagen ya se ha convertido en un símbolo involuntario de la catástrofe humanitaria, y ha reavivado el clamor por la apertura de corredores humanitarios y una solución política al conflicto.
