Fortaleza no pudo sumar en su visita a El Campín y terminó perdiendo 3-2 frente a Millonarios, en un duelo vibrante donde el esfuerzo y las estadísticas jugaron a su favor, aunque el marcador no reflejó su desempeño. El equipo visitante mostró un fútbol elaborado, con mayor posesión y mejor circulación, pero no alcanzó para contrarrestar la contundencia del rival.
El partido tuvo un protagonista inesperado: Beckham Castro, autor de los tres goles de Millonarios. Sin embargo, Fortaleza respondió con anotaciones de Jhon Velásquez y Sebastián Valencia, este último desde el punto penal en el tiempo de adición, lo que evidenció la capacidad de reacción de un equipo que nunca bajó los brazos.
Las cifras son claras y demuestran la propuesta visitante. Fortaleza tuvo un 59% de posesión, muy por encima del 41% de Millonarios, y completó 405 pases con un 76% de precisión, mientras que los azules registraron 287 toques con un 75% de efectividad. Pese a esos números, la diferencia estuvo en la finalización: Millonarios disparó 19 veces contra apenas 8 de Fortaleza, y en esa contundencia se inclinó el resultado.
La disciplina también jugó un papel importante. Fortaleza apenas cometió 6 faltas, menos de la mitad de las 14 registradas por los locales. Además, solo recibió una tarjeta amarilla, contrastando con las cinco amonestaciones que vio Millonarios. Esa solidez en el comportamiento defensivo permitió al equipo mantenerse competitivo hasta el final.
En las pelotas quietas también se notó el trabajo de Fortaleza. Consiguió tres tiros de esquina frente a solo uno de Millonarios, intentando explotar esa vía como recurso ofensivo. Aun así, la defensa rival estuvo atenta para neutralizar esas acciones y evitar que se convirtieran en oportunidades claras de gol.
Tras el partido, Sebastián Oliveros, director técnico de Fortaleza, no ocultó su molestia por las condiciones del escenario. En la rueda de prensa aseguró que “la grama de El Campín es la peor del país”, señalando que el mal estado del campo dificultó la circulación rápida de la pelota y afectó directamente el estilo de juego de su equipo, basado en el toque y la posesión.
Aunque la derrota duele, Fortaleza dejó una imagen de equipo sólido, con orden táctico y carácter competitivo. El dominio de los porcentajes de posesión y precisión de pases respalda la idea de que el resultado no fue justo con el rendimiento. Más allá de la caída, el club demostró que tiene herramientas para competir de igual a igual y que sus reclamos sobre el estado de la cancha son un llamado de atención para el fútbol colombiano.




