En una reveladora investigación internacional publicada por la revista BMJ Mental Health, científicos concluyeron que la resiliencia mental puede ser un factor crucial para una vejez saludable y longeva. A diferencia de lo que tradicionalmente se cree —que la alimentación y la actividad física son los únicos pilares del envejecimiento saludable—, este estudio propone que la fortaleza emocional frente a la adversidad podría salvar más vidas de lo que imaginamos.
La investigación fue liderada por Yitang Zhang, del Departamento de Epidemiología de la Universidad Sun Yat-Sen (China), y se enfocó en analizar durante más de una década los datos de adultos estadounidenses mayores de 50 años. Los resultados mostraron que quienes desarrollaban una mayor capacidad para enfrentar situaciones difíciles emocionalmente tenían menos probabilidades de morir, incluso con enfermedades crónicas o discapacidades.
¿Qué es la resiliencia mental y cómo se mide?
La resiliencia mental se define como la habilidad de adaptarse positivamente a eventos estresantes o traumáticos. Para evaluarla, los investigadores utilizaron una escala validada que medía aspectos como:
- Perseverancia
- Calma emocional
- Sentido de propósito
- Autoconfianza
- Autonomía para enfrentar desafíos
Durante el seguimiento, que duró en promedio 12 años, murieron 3.489 personas. Sin embargo, aquellos con mayor resiliencia emocional presentaron una reducción significativa en el riesgo de mortalidad.
Un nuevo enfoque para políticas de salud pública
El estudio destaca que emociones positivas, apoyo social, y una buena percepción de la salud también potencian los efectos de la resiliencia. En consecuencia, fortalecer la salud emocional desde etapas tempranas de la vida debería convertirse en una prioridad, al nivel de promover una dieta equilibrada o la actividad física.


