El Decreto 0391, que busca avanzar en la formalización del talento humano en salud en Colombia, ha sido bien recibido por diversos sectores, pero también ha despertado preocupaciones entre quienes lo consideran un paso necesario pero insuficiente.
Trabajadores y gremios del sector salud coinciden en que la iniciativa es un avance importante para superar la precarización laboral, especialmente entre médicos, enfermeros, auxiliares y demás profesionales que llevan años laborando bajo contratos tercerizados o por prestación de servicios. Sin embargo, advierten que sin una inyección real de recursos, garantías jurídicas y voluntad institucional, el decreto podría quedarse en el papel.
“La formalización no se logra solo con decretos. Se requiere presupuesto, voluntad de las entidades territoriales y un plan claro de transición que no termine afectando los servicios de salud”, manifestó una representante del personal de enfermería.
Uno de los puntos críticos señalados es la necesidad de acompañamiento técnico para que hospitales públicos y entes territoriales puedan asumir nuevas plantas de personal, sin poner en riesgo la sostenibilidad financiera de los centros asistenciales.
Por su parte, el Gobierno ha insistido en que el Decreto 0391 marca el inicio de un proceso progresivo que permitirá dignificar la labor del personal de salud, mejorar la atención a los pacientes y fortalecer el sistema público. Sin embargo, organizaciones sindicales piden ser incluidas en las mesas de seguimiento y monitoreo para garantizar transparencia y cumplimiento.
El debate sigue abierto, y mientras tanto, miles de trabajadores esperan que la formalización deje de ser una promesa y se convierta en una realidad laboral concreta.




