La carrera 20 de Duitama, tradicionalmente una zona residencial tranquila, se ha visto envuelta en un preocupante problema social. El consumo de bazuco y otras sustancias se ha convertido en un fenómeno omnipresente que afecta la vida diaria de los vecinos, transformando la calle en un escenario de constante tensión.
Sara Torres, residente de la zona, ha expresado su creciente preocupación por la situación que afecta a su comunidad. Según Torres, el consumo abierto y frecuente de bazuco en las inmediaciones de su hogar ha generado un ambiente de zozobra y desasosiego. La venta y el consumo de esta droga, junto con otras sustancias, se han vuelto una constante en la Carrera 20, exacerbando el deterioro social y urbano del área.
Los problemas derivados de la proliferación de las llamadas «ollas» y los vendedores de bazuco, conocidos localmente como «jibaros», han llevado a un aumento significativo en la inseguridad y la violencia. Estos puntos de venta no solo atraen a consumidores de diversas partes de la ciudad, sino que también han intensificado la presencia de grupos conflictivos en la zona, perturbando la paz y la seguridad de los residentes.
Los vecinos han reportado una serie de incidentes relacionados con el consumo de drogas, que van desde peleas y disturbios hasta actos de vandalismo. La visibilidad del consumo en espacios públicos ha impactado negativamente en la calidad de vida, con residentes que se sienten inseguros al caminar por la calle y temen por la seguridad de sus familias.
