
En el legendario Estadio Maracaná, Fluminense firmó una actuación sólida y convincente para sellar su clasificación a los cuartos de final de la CONMEBOL Sudamericana. El conjunto carioca venció 2-0 a América de Cali, cerrando la serie con un contundente 4-1 en el marcador global, en una noche que reafirmó el peso del “Flu” en competencias internacionales y su fortaleza cuando juega en casa.
Desde el inicio, Fluminense mostró su intención de controlar el partido con verticalidad e intensidad. Aunque cedió la posesión del balón (39% frente al 61% de América), el equipo fue letal en los momentos justos. El colombiano Kevin Serna abrió el marcador al minuto 23, con un remate certero que desató la euforia de los hinchas en un Maracaná encendido y vibrante.
La superioridad del equipo brasileño no se tradujo en tenencia de balón, sino en volumen ofensivo. Fluminense remató 21 veces durante el encuentro, con 5 disparos al arco, frente a solo 2 remates peligrosos del cuadro caleño. La presión alta, el despliegue físico y la claridad en ataque marcaron la diferencia ante un rival que, aunque tuvo la pelota, no supo qué hacer con ella.
En el segundo tiempo, Matheus Martinelli amplió la ventaja con una definición precisa al minuto 56, que terminó de liquidar la serie. Desde entonces, el «Flu» se dedicó a manejar los ritmos del partido y a cuidar energías, sabiendo que el boleto a la siguiente fase ya estaba asegurado. El ambiente en el Maracaná era de fiesta, con un equipo que respondió a la altura del escenario.
Más allá del resultado, Fluminense demostró orden, experiencia y contundencia, tres aspectos que lo consolidan como uno de los candidatos serios al título. A pesar de cometer más faltas (8) que su rival y tener menos pases, el equipo brasileño fue mucho más efectivo en su propuesta, mostrando un equilibrio táctico admirable y sin recibir tarjetas en todo el encuentro.
La clasificación representa un nuevo paso en el buen momento que atraviesa Fluminense, que viene compitiendo con seriedad tanto en el plano local como internacional. Con una plantilla que combina juventud y experiencia, y con el mítico Maracaná como fortaleza, el equipo carioca se ilusiona con seguir avanzando y levantar el trofeo continental.
Ahora, Fluminense espera por su próximo rival en cuartos de final con la tranquilidad de haber cumplido en casa, y con la confianza que da una victoria clara ante un histórico del continente. El Maracaná volvió a ser testigo de una noche mágica, en la que el “Flu” no solo ganó, sino que convenció.
