El delito fue frustrado y termino en un tiroteo dejando a una menor de edad herida
Un intento de fleteo a un policía en un conjunto residencial de Soacha, Cundinamarca, terminó con un saldo trágico un ladrón muerto y la hija del oficial herida.
El hecho
Ocurrió en la comuna Chicó, en el sector de San Carlos, cuando el agente regresaba a su hogar tras retirar una suma considerable de dinero de un banco en el centro comercial Mercurio. Según se ha informado, el policía se encontraba acompañado de su hija menor de edad al momento del ataque. Al llegar al conjunto residencial y estacionar su vehículo, fueron abordados por dos asaltantes en motocicleta. Los delincuentes, armados, intentaron despojar al oficial del dinero que había retirado, pero este, al ser también portador de un arma de fuego, se defendió. En el intercambio de disparos, uno de los asaltantes resultó herido de gravedad y posteriormente falleció en un centro médico.
La hija del policía
Resultó lesionada durante el tiroteo y fue trasladada a un hospital para recibir atención médica. Afortunadamente, se encuentra estable y en proceso de recuperación. Este nuevo caso de violencia enluta a la comunidad de Soacha y enciende las alarmas sobre la inseguridad que azota la región. Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer los hechos y capturar al segundo asaltante que logró huir del lugar.
Este lamentable suceso pone de relieve la necesidad de tomar medidas urgentes para combatir la delincuencia y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Es fundamental que las autoridades redoblen sus esfuerzos para prevenir este tipo de delitos y brinden mayor protección a la población.
También es importante que la comunidad se una a la lucha contra la violencia.Denunciar cualquier hecho delictivo, colaborar con las investigaciones y promover valores como la tolerancia y el respeto mutuo son acciones que pueden contribuir a construir una sociedad más pacífica. No podemos permitir que la violencia siga cobrando vidas inocentes. Es hora de actuar y decir ¡basta! a la inseguridad. Este caso es un triste recordatorio de la fragilidad de la vida y la necesidad de trabajar juntos para construir un mundo más seguro para todos.
