El regreso de Flabio Torres al estadio Departamental Libertad estuvo marcado por la nostalgia y la expectativa. El actual técnico de Boyacá Chicó volvió al escenario donde vivió gratas experiencias en el pasado con Deportivo Pasto, pero en esta ocasión el desenlace no fue el esperado: su equipo cayó 2-0 en un compromiso donde la contundencia estuvo del lado contrario.
Desde el inicio del partido, Chicó mostró la idea clara de su entrenador: manejar la pelota y apostar al orden táctico. Los ajedrezados tuvieron un 55% de posesión y mayor precisión en los pases (82%), un dominio que reflejaba el sello de Torres, quien conoce de memoria la exigencia de jugar en Pasto. Sin embargo, ese control no se tradujo en goles.
La ocasión más clara para cambiar la historia llegó en los pies de Jairo Molina. El delantero tuvo una oportunidad inmejorable frente al arco en la primera parte, pero su definición careció de la fuerza y dirección necesarias. De haber concretado esa acción, el partido habría tomado un rumbo muy distinto, pues el Pasto aún no encontraba claridad en el ataque.
Ese error terminó costando caro. A los 29 minutos, Yohan Stiven Valois Murillo aprovechó una desatención defensiva del Chicó y marcó el 1-0. El golpe fue duro para los dirigidos por Torres, que hasta ese momento habían logrado controlar el ritmo del juego y neutralizar las transiciones del local.
En el complemento, Boyacá Chicó buscó variantes, intentando abrir el campo con toques rápidos y aproximaciones desde los costados. Sin embargo, se encontró con una defensa sólida y un portero bien plantado que desactivó cualquier intento de reacción. El equipo ajedrezado, pese a su esfuerzo, careció de profundidad en los últimos metros.
Flabio Torres, visiblemente inconforme desde la zona técnica, insistió en dar indicaciones a sus jugadores, recordándoles la importancia de mantener la calma y no apresurarse. Aun así, la contundencia volvió a sonreírle al Deportivo Pasto, que aprovechó otra jugada para sentenciar el partido con el segundo tanto y sellar el triunfo.
La derrota deja sensaciones encontradas en Boyacá Chicó. Por un lado, el regreso de Torres a un estadio donde dejó huella evocó recuerdos positivos; por el otro, la falta de efectividad, como en la oportunidad perdida por Jairo Molina, terminó marcando la diferencia. El equipo deberá recomponer su camino y trabajar en la definición si quiere que el dominio de la pelota se traduzca en resultados concretos.
