Un equipo de físicos ha logrado un descubrimiento accidentalmente histórico: el primer «triple agujero negro» observado hasta la fecha. Este hallazgo fue realizado durante un estudio sobre la interacción de agujeros negros en un sistema binario, cuando los investigadores detectaron señales inusuales que indicaban la presencia de tres agujeros negros en lugar de dos. El fenómeno, que desafía las teorías previas sobre la formación y comportamiento de estos objetos cósmicos, podría ofrecer nuevas pistas sobre la evolución de las galaxias y la dinámica del universo.
El triple agujero negro se encuentra en el centro de una galaxia distante y fue identificado a través de ondas gravitacionales captadas por los detectores LIGO y Virgo, herramientas que permiten medir las ondulaciones en el espacio-tiempo causadas por la colisión de estos objetos. Según los expertos, la presencia de tres agujeros negros en interacción puede generar comportamientos complejos y hasta ahora desconocidos, lo que abre un campo de estudio completamente nuevo sobre las interacciones gravitacionales extremas.
Este descubrimiento fortuito no solo amplía el conocimiento sobre los agujeros negros, sino que también podría arrojar nuevas perspectivas sobre las condiciones en las que se forman estos misteriosos cuerpos. Los científicos ahora se centran en analizar con mayor detalle el sistema y sus características, con la esperanza de que este hallazgo proporcione más información sobre la naturaleza de la gravedad y la evolución del cosmos.

