A menos de un año del inicio del Mundial de 2026, la FIFA evalúa modificar la distribución de partidos prevista inicialmente, ante preocupaciones derivadas del Mundial de Clubes 2025 que se disputa en Estados Unidos.
La Copa Mundial de la FIFA 2026, la primera en contar con 48 selecciones y organizada de forma conjunta entre Estados Unidos, México y Canadá, podría sufrir un inesperado rediseño en su esquema de sedes. Según fuentes cercanas al máximo ente del fútbol mundial, los recientes problemas logísticos y climáticos detectados durante el Mundial de Clubes han generado un fuerte llamado de atención en las oficinas de Zúrich.
A pesar de contar con una infraestructura moderna y una amplia experiencia organizativa, varias ciudades estadounidenses han enfrentado dificultades en la coordinación simultánea de múltiples sedes. La FIFA ha identificado complicaciones en los desplazamientos internos, la atención a delegaciones internacionales y la adecuación de estadios a los estándares requeridos para una Copa del Mundo.
Uno de los factores más preocupantes ha sido el clima. Altas temperaturas en ciudades como Los Ángeles, Dallas, Houston y Las Vegas han obligado a realizar múltiples pausas de hidratación, prolongando los encuentros y afectando su intensidad. Algunos partidos del Mundial de Clubes han superado las tres horas de duración debido a estas interrupciones, lo que ha encendido las alarmas sobre la viabilidad de jugar en esas condiciones durante el verano de 2026.
A esto se suma la estricta política migratoria de Estados Unidos, que ha disuadido a numerosos aficionados de América Latina, África y Asia de asistir al Mundial de Clubes. Las restricciones de visado, los altos costos de estadía y la percepción de inseguridad jurídica han resultado en estadios con notables vacíos, incluso en partidos de alto perfil.
Frente a este panorama, la FIFA estaría considerando aumentar la cantidad de partidos a disputarse en México y Canadá. Aunque inicialmente más de 70 de los 104 encuentros estaban programados en Estados Unidos, esta proporción podría cambiar en las próximas semanas. Ciudades como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, junto con Toronto y Vancouver, han demostrado una mayor eficiencia organizativa y condiciones climáticas más favorables para el desarrollo del torneo.
Aunque aún no se ha emitido un pronunciamiento oficial, se espera que Gianni Infantino y su equipo evalúen la situación a fondo en el segundo semestre de 2025. Si los problemas persisten durante el resto del Mundial de Clubes, la Copa Mundial de 2026 podría ser escenario de un cambio de sedes sin precedentes en la historia reciente del fútbol.




