Fiestas en alboroto

Secretaría de Cultura no se pronuncia ante desorden en fiestas de San Pedro
[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

La versión número 64 del Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro se vive intensamente en Neiva, pero no exenta de controversias. Uno de los puntos más críticos ha sido el desfile nocturno, tradicional evento que terminó opacado por desórdenes generalizados. Videos difundidos en redes sociales muestran riñas, agresiones y robos en distintos puntos del recorrido. Lo que debía ser una fiesta cultural se convirtió, en varios sectores, en un escenario de inseguridad.

Frente a estos hechos, el diputado Omar Alexis Díaz solicitó públicamente la cancelación del desfile en futuras ediciones, argumentando que la violencia desbordada afecta tanto a locales como a visitantes. Su propuesta generó reacciones divididas, pero evidenció el vacío de liderazgo frente a una situación que requiere decisiones concretas.

sin control ni permisos

Otro foco de preocupación son las alboradas que se realizan en diferentes sectores de la ciudad sin autorización alguna. En el barrio Las Granjas, por ejemplo, se desarrolló una celebración que no contaba con permisos ni acompañamiento institucional. A pesar de que no fue legalizada, la comunidad se volcó a las calles con música, licor y pólvora.

Durante la jornada se presentaron disturbios y enfrentamientos, lo que obligó a la intervención tardía de las autoridades. Vecinos denunciaron descontrol y falta de reacción oportuna. La alborada dejó un saldo preocupante de personas lesionadas y una sensación de abandono institucional en el territorio.

La voz del comercio

José Luis Arenas, comerciante del sector de Las Granjas, expresó su inconformidad frente a la situación vivida. Asegura que el evento desbordó los límites de la tolerancia y la convivencia. “Lo que vivimos fue un caos total. La alborada se salió de control, hubo peleas, desmanes y desorden. Cuando llegó la Policía, todo se calmó, pero el daño ya estaba hecho. Hoy nuestras calles están llenas de basura, con olores fuertes y contaminación que nadie ha venido a limpiar”, señaló.

La opinión del comerciante refleja el malestar de una comunidad que, lejos de celebrar con tranquilidad, terminó enfrentando las consecuencias de una celebración sin control, sin respaldo institucional y sin planes de manejo posterior.

Silencio

Pese a la gravedad de los hechos, la Secretaría de Cultura Municipal, bajo la dirección de Tania Beatriz Peñafiel, no ha emitido declaraciones ni ha explicado qué tipo de seguimiento se está haciendo a estas situaciones. La falta de pronunciamiento ha generado inconformidad entre líderes comunitarios y actores culturales, que consideran que este tipo de eventos requieren dirección clara y respuestas oficiales.

La ausencia de comunicación institucional en medio de un contexto tan complejo demuestra una desconexión entre la administración cultural y la realidad vivida en los barrios durante las fiestas. Las decisiones y acciones deben ser públicas, transparentes y oportunas para que la ciudadanía recupere la confianza en las instituciones.

Urge control

Las fiestas de San Pedro representan una de las expresiones más significativas de la identidad huilense. Sin embargo, los recientes episodios de descontrol evidencian la necesidad urgente de establecer protocolos más estrictos, fortalecer la articulación interinstitucional y garantizar condiciones reales de seguridad.

La ciudadanía continúa celebrando, pero exige orden, respeto por las tradiciones y compromiso institucional. Mientras tanto, el Festival sigue su curso, aunque marcado por un desequilibrio entre la cultura que se promueve y la realidad que se vive en las calles.


Compartir en

Te Puede Interesar