Colombia atraviesa actualmente los efectos del Fenómeno de El Niño, un evento climático que ha generado altas temperaturas, sequías prolongadas e incendios forestales en diferentes regiones del país. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), la intensidad del fenómeno se mantendrá durante los próximos meses, con impacto directo en sectores como la agricultura, el suministro de agua potable y la generación de energía hidroeléctrica.
Departamentos como Nariño, Cundinamarca, Huila, Tolima y Santander reportan una disminución considerable en las fuentes hídricas, lo que amenaza cultivos básicos como arroz, maíz y café. Asimismo, el Ministerio de Ambiente advirtió sobre el aumento en el número de incendios forestales debido a la sequedad del suelo y la falta de lluvias.
El Gobierno Nacional, junto con las autoridades regionales, anunció un plan de contingencia que incluye campañas de ahorro de agua, restricciones al uso de fuentes hídricas en zonas críticas y el fortalecimiento de brigadas contra incendios.
Por otro lado, expertos climáticos recuerdan que, aunque el fenómeno suele ser cíclico, el cambio climático ha intensificado sus efectos en los últimos años, lo que representa un desafío mayor para la seguridad alimentaria y energética del país.
Las comunidades más afectadas hacen un llamado a la solidaridad y la conciencia ambiental, resaltando la importancia de cuidar el agua, proteger los ecosistemas y estar preparados ante los cambios climáticos que cada vez golpean con más fuerza a Colombia y la región.
