Cúcuta, Colombia. María José Estupiñán, una joven universitaria y emprendedora, fue presuntamente asesinada el pasado 15 de mayo en su vivienda en Cúcuta, ciudad ubicada en el noreste de Colombia, cerca de la frontera con Venezuela. Según informó Magda Victoria Acosta, presidenta de la Comisión Nacional de Género del Poder Judicial, el principal sospechoso del crimen llegó hasta su casa disfrazado de repartidor y le disparó cuando ella abrió la puerta.
“Era una mujer joven y emprendedora, con toda una vida por delante. Esos sueños se truncaron como los de muchas mujeres en este país”, declaró Acosta en una rueda de prensa, donde además confirmó que Estupiñán había sido víctima de violencia doméstica y se encontraba próxima a recibir una indemnización.
La Comisión Nacional de Género ha condenado enérgicamente este crimen y se comprometió a trabajar para que se haga justicia. Por su parte, las autoridades colombianas continúan la investigación. han solicitado información adicional a la Policía Nacional de Colombia y a la Fiscalía General de la Nación.
La historia de María José ha generado gran atención en medios locales y redes sociales, donde se han compartido imágenes de su vida cotidiana, incluyendo viajes a Nueva York y California, y momentos personales en el gimnasio o junto a la piscina.
Este caso ha sido comparado ampliamente con el reciente asesinato de la influencer mexicana Valeria Márquez, de 23 años, quien fue baleada el 13 de mayo durante una transmisión en vivo en una peluquería del estado de Jalisco. Las autoridades mexicanas investigan ese crimen como un presunto feminicidio.
Ambos hechos han generado una ola de indignación pública, visibilizando nuevamente la preocupante escalada de violencia de género en la región y la urgente necesidad de medidas más contundentes para prevenir y sancionar el feminicidio.
