El caso de Triana Arias, una colombiana de 42 años hallada muerta en una playa de Gran Canaria, España, ha tomado un giro crucial con la detención del propietario del bar donde, según las investigaciones, habría sido asesinada. El cuerpo de Arias fue encontrado el pasado 27 de abril flotando en el mar en la zona de Los Enanos, municipio de Arucas, con heridas en el cuello y signos de violencia. La mujer había sido reportada como desaparecida desde el 25 de abril, cuando fue vista por última vez en la calle Molino de Viento, a pocas cuadras del bar Arenales, en Las Palmas.
David S., dueño del establecimiento, fue capturado el 6 de mayo tras un operativo de la Guardia Civil. Según los indicios, el crimen pudo haberse cometido dentro del local, donde se realizó una inspección exhaustiva en busca de sangre, armas blancas y rastros de ADN. Se sospecha que la víctima fue degollada y que el agresor intentó deshacerse del cuerpo arrojándolo al mar.
La conmoción en la comunidad es alta, especialmente entre los vecinos que frecuentaban el bar y describen al detenido como una persona amable. No se descarta que haya más involucrados, como lo sugieren algunos testimonios y la cercanía de otras personas al momento de la desaparición. Aunque el crimen aún no se investiga como violencia de género, las autoridades siguen reuniendo pruebas clave que podrían esclarecer los móviles y confirmar si se trató de un asesinato premeditado.
