El caso del asesinato de Adriana Tejada Álzate en Solita, Caquetá, sigue generando conmoción. Mientras la comunidad exige justicia, las autoridades han confirmado que el presunto responsable, Weimar Urcue, se encuentra en estado crítico de salud tras un intento de suicidio.
Un crimen que sacudió a Solita
El pasado 23 de febrero, Adriana Tejada fue brutalmente atacada con un arma cortopunzante. Las investigaciones señalan a Weimar Urcue, su compañero sentimental, como el principal sospechoso del feminicidio. Según información preliminar, la agresión se habría dado por motivos personales, aunque esta versión sigue bajo verificación de las autoridades.
Desde el momento del crimen, Urcue intentó escapar de la justicia, manteniéndose prófugo mientras las autoridades desplegaban operativos para dar con su paradero.
Intento de suicidio
Luego de ser capturado y puesto en un centro de reclusión mientras avanzaba su proceso judicial, el presunto feminicida protagonizó un nuevo episodio que volvió a acaparar la atención pública.
En la noche del pasado miércoles, se conoció que Weimar Urcue intentó quitarse la vida, propinándose una herida en el cuello. De inmediato, fue trasladado de urgencia a un hospital en el departamento de Putumayo, donde actualmente permanece bajo observación médica en un estado de salud delicado.
«Su evolución está siendo monitoreada de cerca por personal médico y las autoridades», indicaron las vocerías oficiales en un comunicado.
La justicia sigue su curso
A pesar de su estado crítico, las autoridades han dejado claro que el proceso judicial en su contra sigue en marcha. Se espera que, una vez Urcue se recupere, se formalice su detención y se le impute el delito de feminicidio.
Este caso ha avivado el debate sobre la violencia de género en la región. La comunidad de Solita ha realizado múltiples manifestaciones exigiendo justicia para Adriana Tejada y mayores esfuerzos por parte del Estado para prevenir estos hechos.
Clamor por justicia
Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres han levantado su voz para exigir políticas más estrictas de protección y prevención contra la violencia de género. Este crimen ha puesto nuevamente en evidencia la vulnerabilidad de muchas mujeres en contextos de violencia doméstica y la necesidad de reforzar las estrategias de apoyo y seguridad.
Mientras el proceso judicial sigue su curso, la familia de Adriana Tejada y la comunidad de Solita esperan que se haga justicia y que este caso no quede impune. Las autoridades continúan con la recolección de pruebas y testimonios para esclarecer los hechos y aplicar las sanciones correspondientes.




