Cristian Felipe Fierro, un joven de 17 años con discapacidad, se ha convertido en un ejemplo de superación y liderazgo en la banda músico marcial de ComfaTolima, donde destaca como uno de los principales encargados del bombo. A pesar de haber perdido su mano derecha en un accidente, su pasión y dedicación por la música han sido más fuertes que cualquier limitación, inspirando a sus compañeros y a la comunidad.
Felipe forma parte de un grupo de más de 50 estudiantes del programa Foniñez en el corregimiento de Convenio, al norte del Tolima. Este programa, dirigido a jóvenes de entre 8 y 17 años, ofrece clases complementarias de música para fomentar el talento en zonas rurales. En este contexto, Felipe ha encontrado un espacio donde, además de desarrollarse musicalmente, puede fortalecer su autoestima y construir relaciones significativas.
Néstor Lozano, instructor de la banda músico marcial, expresó el orgullo que siente al ver la dedicación de Felipe, quien regresó a las clases de música apenas dos meses después de su accidente. “La historia de Felipe es un referente para todos porque nos demuestra que luchar por los sueños siempre vale la pena. Él perdió la mano derecha trabajando en una finca, pero volvió con más deseo de tocar el bombo y de demostrar que no hay límites cuando se tiene pasión”, comentó Lozano.
El adolescente ha sido un reflejo de amor y valentía para los demás estudiantes amantes de los instrumentos.
El proyecto musical liderado por ComfaTolima ha sido un catalizador de sueños para los jóvenes del corregimiento, brindándoles acceso a instrumentos como el bombo, redoblantes y platillos, además de una plataforma donde pueden explorar y expresar sus habilidades artísticas. Para Felipe, la música se ha convertido en una forma de proyectarse hacia el futuro, demostrando que las barreras pueden superarse con esfuerzo y dedicación.
Felipe, al recordar el momento de su accidente en agosto del año pasado, comentó sobre lo difícil que fue enfrentar esa experiencia, pero también sobre el aprendizaje que le dejó. “Fue un momento muy difícil porque sentí que la vida se me partía en dos, pero uno siempre tiene que ver las cosas con calma y no ver límites, sino oportunidades”, señaló. Para él, el bombo y las clases de ComfaTolima representan una forma de cumplir su sueño de recorrer Colombia llevando su música. Con su historia, Felipe Fierro es un recordatorio viviente de que los sueños no conocen límites. Gracias a su perseverancia y al apoyo de programas como el de ComfaTolima, este joven no solo se ha convertido en un líder musical, sino también en un símbolo de inspiración para otros jóvenes en la región y en todo el país.
