Familias desesperadas y sin esperanza por la guerra y la escasez de alimentos en Gaza

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La desgarradora pérdida de Ali, un bebé palestino que sucumbió a la desnutrición y deshidratación en el único hospital pediátrico de Gaza, ha provocado súplicas desesperadas de asistencia por parte de su afligido padre

Un hombre lleva un saco.

Ness

. El trágico fallecimiento de Ali arroja luz sobre la situación desesperada que se desarrolla en la región, donde las Naciones Unidas (ONU) advierten sobre una hambruna inminente a menos que las entregas de ayuda aumenten de manera sustancial y urgente.

«Ali nació en un mundo destrozado por el conflicto, donde la comida escaseaba, lo que llevó a la incapacidad de su madre para alimentarlo adecuadamente, resultando en insuficiencia renal», lamentó el padre, hablando en una entrevista con el servicio en árabe de la BBC, Gaza Lifeline. «La condición de Ali empeoraba con cada día que pasaba. Buscamos ayuda en hospitales, pero ninguna llegó… Ali falleció ante los ojos del mundo, testigos impotentes de su sufrimiento».

La historia de Ali es trágicamente emblemática de la situación que enfrentan muchos niños en Gaza. Según la evaluación del equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 10 niños han perecido debido a la escasez de alimentos en el abrumado Hospital Kamal Adwan en Beit Lahia. El Ministerio de Salud en Gaza, bajo el liderazgo de Hamas, informa de 18 muertes infantiles en toda la Franja en la última semana, atribuidas a la desnutrición y la deshidratación.

UNICEF advierte que sin un fin al conflicto entre Israel y Hamas y una resolución inmediata de los obstáculos humanitarios, es probable que el número de niños que sucumben al hambre aumente rápidamente. El costo de las hostilidades continuas afecta de manera desproporcionada a mujeres y niños, que constituyen el 70% de las más de 30,700 muertes y 72,000 lesiones en Gaza desde el inicio del conflicto.

En la región norte de Gaza, donde aproximadamente 300,000 personas están actualmente aisladas, la situación es desesperada. El Programa Mundial de Alimentos describe niveles catastróficos de hambre debido a las escasas entregas de ayuda. Las evaluaciones de enero realizadas por agencias de la ONU revelaron que uno de cada seis niños menores de dos años sufre de desnutrición severa, con casi un 3% experimentando desnutrición aguda que requiere intervención urgente.

La escasez de alimentos nutritivos, agua limpia y servicios médicos, exacerbada por el agotamiento y el trauma inducidos por el conflicto, obstaculiza la capacidad de las madres para amamantar a sus bebés. La falta crítica de leche materna o fórmula agrava la deshidratación y la desnutrición entre los lactantes, aumentando el riesgo de afecciones potencialmente mortales como la insuficiencia renal.

La presión internacional aumenta sobre Israel para facilitar la distribución de ayuda humanitaria, con llamamientos a la acción urgente por parte de gobiernos de todo el mundo. A pesar de estos llamamientos, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) reporta obstáculos en la entrega de ayuda alimentaria, subrayando la urgencia de resolver los problemas de acceso para evitar más tragedias.

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En medio de la creciente crisis humanitaria, la necesidad de esfuerzos internacionales sostenidos para aliviar el sufrimiento y priorizar el bienestar de los civiles inocentes en Gaza sigue siendo primordial. Las voces de padres afligidos, como el padre de Ali, hacen eco del llamado urgente a una acción inmediata para prevenir más pérdidas de vidas inocentes en esta tragedia en aumento.

Mientras la comunidad internacional sigue lidiando con las complejidades del conflicto, el imperativo de proteger a los más vulnerables, especialmente a niños como Ali y Salah, exige una intervención humanitaria rápida y decisiva para evitar más catástrofes en Gaza.


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