En la capital del departamento del Cauca, a las afueras del Palacio de Justicia, se llevó a cabo un plantón pacifico para exigir claridad frente al asesinato de un ciudadano en un hecho de intolerancia registrado en inmediaciones del barrio La Esmeralda. La familia exigió justicia por el asesinato de Ernesto Piedrahita.
Esta casa editorial conoció el caso Ernesto Piedrahita, un hombre quien se desempeñaba como conductor de una conocida empresa distribuidora de Pollos, el cual resultó muerto en medio de un hecho de intolerancia, cuando un sujeto identificado como Segundo Ismael Ramos, lo atacó con arma corto-punzante, causando la muerte por las lesiones. Después de unos días, Ismael Ramo fue capturado, pero su proceso fue dilatado hasta que finalmente el sistema judicial de la capital caucana lo dejó en libertad por no considerarlo un “peligro para la sociedad”.
El hecho generó indignación entre los allegados de Piedrahita a quien recuerdan como una persona humilde y trabajadora y dada a su hogar. Es de recordar que Claudia Jimena Flor, madre del fallecido, estuvo presente en esta casa editorial haciendo un llamado para que el hecho no quedara impune; sin embargo, pese a los videos registrados en cámaras de seguridad y al fatal desenlace de la agresión, el sistema judicial caucano no consideró que fuera suficiente para tomar acciones contra el supuesto agresor, por lo cual la familia exigió justicia por el asesinato de Ernesto Piedrahita.
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Finalmente, Claudia Jimena Flor, agradeció los mensajes de apoyo recibidos por parte de la ciudadanía y reiteró su llamado para que las autoridades municipales y el sistema judicial caucanos investiguen los hechos por lo que junto a su familia exigió justicia por el asesinato de Ernesto Piedrahita.
“Exigimos que el asesino de mi hijo, pague con cárcel porque él está libre y eso no es justo. Esto es algo muy indignante, no sabemos porque la juez tomó esa decisión de dejarlo libre teniendo en cuenta todas las pruebas. Queremos que se investigue eso porque no sabemos por qué la Juez consideró que no era un peligro para la sociedad”
