Familia que lideraba red de explotación sexual fue capturada

Una familia era un gruopo criminal que ubicaba a mujeres y les ofrecía trabajo que terminaba en red de explotación sexual, en Bogotá.
Red de explotación sexual. Cortesía: Semana
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Cuatro integrantes de una misma familia eran los cabecillas de un grupo criminal que en Bogotá y varios municipios de Cundinamarca, ubicaban mujeres y les ofrecían oportunidades de trabajo que terminaban en una red de explotación sexual.

La Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos y la Seccional Cundinamarca, impactaron a esta organización criminal.

Los cabecillas de esta red de explotación sexual. fueron capturados y su empresa delictiva quedó al descubierto. Las víctimas hablaron y entregaron detalles de su experiencia con la familia, responsables de explotar sexualmente de ellas.

«La Fiscalía General de la Nación, a través de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos y la Seccional Cundinamarca, y en un trabajo investigativo articulado con la DIJIN de la Policía Nacional, puso en evidencia a un grupo familiar señalado de contactar jóvenes en Bogotá e inducirlas a realizar actividades sexuales con fines comerciales”, dijo la Fiscalía.

El director especializado contra las Violaciones a los Derechos Humanos, Hugo Tovar Pérez, explicó de que forma se adelantó la investigación y cómo lograron ubicar a la familia señalada de liderar esta red red de explotación sexual.

“Los elementos de prueba en contra de esta red de explotación sexual. indican que las víctimas, al parecer, eran ubicadas por redes sociales y en bares, vinculadas a una comunidad virtual en la que se ofrecían servicios sexuales, donde les creaban un perfil; y trasladadas para cumplir encuentro íntimos en Funza, Mosquera, Madrid, Facatativá y otros municipios de la sabana norte y occidente de Bogotá”, dijo el funcionario de la Fiscalía.

Los roles de cada integrante en esta familia estaban definidos. Mientras uno se encargaba de ubicar a las posibles víctimas en diferentes localidades de Bogotá, principalmente en Chapinero, otros se convirtieron en los enlaces con los futuros clientes, los mismos que accedían a las redes de internet con el único objetivo de conseguir las relaciones sexuales.

Como si fuera poco, a una víctima, que fue secuestrada y obligada a sostener relaciones sexuales con los clientes, la organización criminal la sometió a realizar trabajos domésticos bajo la amenaza de atentar contra su vida, jornadas eternas sin ninguna clase de remuneración económica, en otras palabras: secuestrada, abusada y usada en servicio de aseo.

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