FAMILIA DESMIENTE AGRESIÓN

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Sara Molina contradijo a la rectora Sandra Barón sobre el ataque que sufrió una de sus alumnas.
El Colegio De San Simón de Ibagué quedó en el ojo del huracán tras la grave denuncia de Sara Valentina Molina, hermana de la menor herida en los baños de la institución. Mientras la rectora Sandra Barón aseguró que se trató de un caso de autolesión, la familia sostiene que la joven fue atacada luego de sufrir meses de amenazas, hostigamientos y acoso que nunca fueron detenidos a tiempo.

La hermana de la víctima rechazó tajantemente las declaraciones de la directiva. “Primero que todo, la rectora no puede afirmar que es un caso de ‘cutting’. No hay una prueba. Mi hermana no venía de hace una semana en esto. Llevamos cuatro meses en este calvario: primero fue acoso sexual, después amenazas de muerte, y ahora ya la agredieron”, relató.

Según el testimonio, todo comenzó cuando un compañero de sexto grado acosó a la menor con comentarios de contenido sexual. La familia interpuso una queja formal el 19 de mayo, pero la situación escaló. Desde entonces, la estudiante recibió mensajes intimidantes en papeles y hasta flores blancas con envoltura negra en su propia casa.

Hostigamiento

Sara Molina afirmó que todas las pruebas están registradas en la institución. “En esos papelitos le decían que la iban a matar, que le entregarían la cabeza a la familia. Todo eso está en actas firmadas por la misma rectora”, aseguró.

La víctima también sufrió constantes episodios de ‘bullying’: daños en sus cuadernos, destrucción de trabajos e insultos por su físico. “Eso afectó su salud emocional, pero nada justifica lo que pasó en esta ocasión”, añadió su hermana.

Versión

Sobre lo ocurrido en el baño, Sara Valentina negó que fuera autolesión. Según contó, tres personas interceptaron a la menor: dos la sujetaron, le taparon la boca y los ojos, mientras la tercera le decía “feliz viaje” antes de herirla en el abdomen con una cuchilla. La dejaron tirada en el suelo.

Además, la familia afirma que un pariente vio en las cámaras del colegio a tres individuos entrando a los baños, contradiciendo lo dicho por la rectora.

La denunciante pidió a la institución prudencia. “Mi hermana no tiene un diagnóstico de problemas mentales. Lo que pasó fue una agresión y ya la Fiscalía tiene todas las evidencias”, sostuvo.

La joven permanece con miedo y se niega a regresar al colegio. Para la familia, lo más grave es que “un niño le coja miedo al estudio”.


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