El sargento Richardson Josep Pimienta Márquez, herido en la explosión ocurrida el pasado 24 de marzo en El Charco, Nariño, enfrenta serias complicaciones de salud tras perder una de sus manos. Su familia clama por su traslado inmediato al Hospital Militar Central de Bogotá, ya que su estado se ha deteriorado debido a una grave infección.
Un incidente bajo investigación
El Ejército Nacional informó que un artefacto explosivo con un radio mortal de 30 metros se activó en circunstancias aún no esclarecidas, causando la muerte de un teniente y dejando gravemente heridos a otros dos militares, incluido Pimienta Márquez.
Testigos aseguran que la detonación ocurrió en la madrugada, cuando los soldados inicialmente creyeron que estaban bajo ataque de grupos armados ilegales. Tras evaluar la situación, se dieron cuenta de que la emergencia había ocurrido dentro de sus propias filas. Las condiciones climáticas adversas retrasaron la evacuación de los heridos, quienes debieron esperar hasta el amanecer para recibir atención médica.
Preocupación por su estado de salud
Desde su ingreso a un centro asistencial en Tumaco, el sargento Pimienta ha sido tratado por sus heridas. Sin embargo, en las últimas horas, su familia ha alertado sobre la severidad de la infección que padece.
«Su mano está botando materia, tiene una infección grandísima. Dicen que le van a amputar más, pero él sufre mucho. Se queja de un dolor insoportable y siente que se está pudriendo por dentro», relató un familiar, exigiendo su traslado a Bogotá.
Decisión médica en las próximas horas
Ante la gravedad del caso, los médicos han recomendado su remisión al Hospital Militar Central, donde podría recibir un tratamiento especializado. Se espera que en las próximas horas se tome una decisión definitiva sobre su traslado, mientras su familia continúa pidiendo atención urgente para salvar su vida.




