Sus compañeros señalaron que Luis Orejuela residía en el barrio El Rosario y era un destacado líder comunitario y ferviente católico. “Con sus oraciones nos llevaba a la paz, a la tranquilidad, nos decía que el mejor remedio para toda dolencia era orar, que es una manera de entrar en relación don Dios. Otra de las cosas gratas que nos indicaba era que el hombre ha sido creado para glorificar a Dios, a través de la oración se le da gloria, de lo cual el ser humano se beneficia espiritualmente, recibiendo el Amor del Padre”.
Además, agregaron que trabajó arduamente para el beneficio de su barrio y otros sectores. “Una persona que contribuyó de muchas maneras al desarrollo de la zona; gracias a él, hoy el barrio cuenta con muchos beneficios. “Se sentía orgulloso de haber nacido en Santander de Quilichao. Queremos resaltar que Luis fue un hombre que trabajó muchos años como panadero, oficio con el cual logró sacar adelante a su familia. Paz en su tumba”.




