La joven patinadora Valentina Arias Quiñonez perteneciente al club Salamandras patinaje partió al cielo.
Inmensa conmoción ha embargado a los deportistas florencianos, tras conocerse la penosa noticia del sensible fallecimiento de la jovencita de tan solo 13 años.
Valentina a pesar de su corta edad dejó un legado en la memoria y el corazón de los caqueteños, no solo por la gran cantidad de medallas y trofeos que obtuvo durante su participación en distintas competencias a lo largo y ancho de la geografía colombiana. Si no también por el ejemplo de dedicación, disciplina, fuerza, inteligencia y destreza que demostró en su faceta como patinadora y en su convivencia con los demás integrantes del club Salamandras.
La señorita Quiñones estuvo varios días internada en un centro de asistencia médica de Florencia. Debido a una grave patología que le robo su salud y la oportunidad de seguir compartiendo con las personas que la amaban y admiraban.
Algunos habitantes de la ciudad han manifestado que la menor de edad estaba luchando contra el cáncer, un rumor que es difícil de asegurar debido a que en el mes de octubre participó en una competencia en la que resultó campeona.
La directiva y el cuerpo técnico del club de patinaje Salamandra envió un mensaje de condolencia a todos los seres queridos de la atleta, en el resaltaron que Quiñones no solo fue una deportista destacada, sino también una compañera de equipo, una amiga y una fuente constante de inspiración para los que tuvieron la dicha de conocerla. Durante su carrera compartieron triunfos que les brindaron alegría y enfrentaron tristezas que fortalecieron su vínculo como comunidad deportiva.
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“Agradecemos a Dios por habernos permitido compartir momentos inolvidables con Valentina, recordando su dedicación, pasión y valentía en cada competencia. Su ausencia deja un vacío imposible de llenar” fue parte del contenido del hermoso mensaje emitido por el club.
Los familiares de la patinadora están desgarrados por su desaparición física, su muerte los ha llenado de dolor y desolación. Eduardo Arias, padre de la fallecida, la acompaño y apoyo durante su paso por el patinaje y en todos los proyectos que emprendía. Expresó lo siguiente “Hoy Dios ha decidido llamar a su presencia a mi Valen. Hoy ha dejado un inmenso vacío en mi alma, hoy se ha ido la mitad de mi vida a un mejor lugar, a tú santa presencia padre amado. Vuela alto mi princesa hermosa, tú papi te seguirá teniendo en su mente y alma siempre mi bebé”.




