Un habitante de calle murió frente al San Francisco tras agonizar durante casi tres días en el andén.
La ciudad de Ibagué vuelve a ser escenario de una dolorosa tragedia que evidencia el abandono de los más vulnerables. Un habitante de calle, falleció frente a la sede del hospital San Francisco, sobre la avenida Guabinal entre calles 25 y 26. El hombre llevaba días en la zona, visiblemente enfermo, pero sin recibir ayuda médica oportuna.
Su cuerpo quedó tendido en el andén, justo al frente de una droguería. Aunque algunos comerciantes aseguran haberlo visto en mal estado, ninguno pudo hacer nada. Según testimonios, el habitante de calle era una persona habitual en ese sector. Lo veían a diario, con ropa sucia, dificultades para caminar y señales claras de deterioro físico.
El hombre habría permanecido allí casi tres días, intentando resistir el dolor en soledad, hasta que finalmente su cuerpo colapsó. A pesar de estar frente a un centro médico, no fue atendido a tiempo. Su muerte ha generado indignación en la comunidad, que señala la falta de respuesta humanitaria en estos casos.
Jorge Armando Cabrera, gerente de la Unidad de Salud de Ibagué, aseguró que tras recibir una alerta sobre un habitante de calle en estado crítico, se envió un equipo médico al lugar. “Fue trasladado a nuestras instalaciones, pero no tenía signos vitales. Las pupilas estaban midriáticas, sin pulso, sin reflejo del tallo cerebral y con signos clínicos de fallecimiento”, explicó.
La Policía y la Fiscalía realizaron el levantamiento del cuerpo. Medicina Legal ahora deberá determinar la causa exacta de muerte.
Este nuevo caso se suma a otros dos recientes: el primero ocurrió el 3 de julio frente a la Clínica Tolima, cuando otro habitante de calle murió luego de salir del centro médico. El segundo, aún más violento, sucedió en el Parque La Paz, donde una persona en situación de calle fue asesinada e incinerada.
El secretario de Desarrollo Social, Leandro Vera, reconoció que hay falencias. “Estamos trabajando en retornos voluntarios y acompañamiento”, dijo. Pero los hechos muestran otra realidad: los más olvidados están muriendo en plena calle, frente a todos.



