/El mundo del nu metal y el rock alternativo amaneció este domingo con una noticia que ha conmocionado a sus seguidores: Sam Rivers, uno de los miembros fundadores y bajista icónico de Limp Bizkit, ha muerto a los 48 años.

Trayectoria y legado
Nacido el 2 de septiembre de 1977 en Jacksonville, Florida, Samuel Robert Rivers fue un pilar fundamental en la construcción del sonido característico del nu metal. Fue parte esencial en discos que marcaron una era como Significant Other y Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water.
En 2015 se alejó de la banda debido a problemas de salud relacionados con una enfermedad hepática causada por el consumo excesivo de alcohol. Tras recibir un trasplante de hígado, regresó a Limp Bizkit en 2018 y continuó activo hasta su muerte.
Reacciones y detalles del anuncio
La banda confirmó la noticia a través de un conmovedor mensaje en redes sociales:“Today we lost our brother. Our bandmate. Our heartbeat. Sam Rivers wasn’t just our bass player — he was pure magic. The pulse beneath every song, the calm in the chaos, the soul in the sound.” Fred Durst publicó un video en el que rememora su primera reunión con Rivers en Jacksonville Beach y manifiesta su profundo pesar ante esta pérdida. La banda no ha revelado el lugar ni las causas oficiales del deceso.
El fallecimiento de Sam Rivers deja un vacío profundo en la escena del rock. Más allá de su virtuosismo en el bajo, su presencia humana y creativa se convirtió en un pilar silencioso pero firme para la banda y para quienes lo admiraban. Su lucha contra las adversidades —principalmente su salud— también pone en evidencia los costos que muchas veces acompañan a la vida de los artistas. Sus líneas de bajo, siempre equilibradas entre fuerza y sensibilidad, formaron la base de muchas canciones inolvidables. Es probable que su influencia resuene por mucho tiempo en músicos que lo veían como inspiración.
