La muerte de una menor de cinco años, que padecía epilepsia, fue provocada por la demora en la entrega de medicamentos esenciales para su tratamiento. A pesar de los constantes ruegos de su madre, Heidy Jineth Pulido, para recibir los medicamentos a tiempo, estos no fueron proporcionados.
Durante la crisis, la madre tuvo que tomar la difícil decisión entre comprar las medicinas o alimentar a sus hijos. La menor debía tomar tres medicamentos para controlar una enfermedad huérfana, pero solo estaba recibiendo uno debido al desabastecimiento.
La madre solicitó a la farmacéutica Audifarma, tanto en Facatativá como en Bogotá, una carta que constatara el abastecimiento, pero no obtuvo los medicamentos en ningún lugar.
El 28 de abril, la niña sufrió un estatus convulsivo y tuvo que ser llevada de urgencias al hospital de Facatativá. Allí, fue entubada y luego trasladada a una institución médica en Bogotá, donde, lamentablemente, falleció.
Quince días después del deceso de Valentina, Heidy Jineth Pulido recibió un correo informando que se estaba buscando una solución para el desabastecimiento de medicamentos. Sin embargo, para entonces, la comunicación llegó demasiado tarde.




