Barrero Perdomo dejó un legado imborrable tanto en las canchas como en el corazón de aquellos que lo conocieron
En un giro devastador de los acontecimientos, El Espinal se encuentra de luto por la repentina partida de Dagoberto Barrero Perdomo, aclamado como el mejor baloncestista de todos los tiempos en la ciudad de El Espinal, Tolima. Conocido cariñosamente como «Dago» entre sus compañeros y admiradores, Barrero Perdomo dejó un legado imborrable tanto en las canchas como en el corazón de aquellos que lo conocieron.
Dagoberto, fue un hijo orgulloso de la región. Su pasión por el baloncesto se manifestó desde una edad temprana, y su talento innato no pasó desapercibido. Se formó en el Colegio San Isidro, donde dejó una marca imborrable como estrella deportiva y un ejemplo a seguir para las generaciones venideras.
A lo largo de su carrera, Barrero Perdomo cosechó innumerables éxitos y conquistas en el mundo del baloncesto. Su habilidad en la cancha, combinada con una ética de trabajo inquebrantable, lo llevó a alcanzar alturas insospechadas. No solo fue un líder en el equipo local, sino que también dejó una huella imborrable en los torneos regionales y nacionales, elevando el nombre de El Espinal a lo más alto del baloncesto colombiano.
La noticia de su fallecimiento ha dejado atónita a la comunidad deportiva y a todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo. La repentina partida de Dagoberto Barrero Perdomo deja un vacío inmenso en el corazón de su familia, sus amigos y sus admiradores. Su legado perdurará como un faro de inspiración y determinación para las generaciones futuras de deportistas espinalunos.
