Jocelyn Wildenstein, la socialité suiza famosa por sus numerosas intervenciones estéticas que la hicieron parecer un felino, falleció a los 84 años en París debido a una embolia pulmonar. La información fue confirmada por su pareja, Lloyd Klein, a la agencia AFP.
Ascenso a la fama
Conocida originalmente como Jocelyne Périsset, Wildenstein nació en Suiza en 1940. Su nombre saltó a la fama en la década de 1990, no solo por su apariencia drásticamente alterada, sino también por su lujoso estilo de vida. Su prominencia aumentó tras su divorcio de Alec Wildenstein, un influyente comerciante de arte, en 1999. Este proceso le otorgó una compensación de 2.5 mil millones de dólares y 100 millones anuales, uno de los acuerdos de divorcio más altos de la historia.
Las controversiales cirugías estéticas
Jocelyn defendió sus múltiples cirugías, argumentando que su exmarido le había expresado que «odiaba estar con gente vieja». Alec Wildenstein, fallecido en 2008, mencionó en varias entrevistas que intentó persuadirla de detenerse, pero Jocelyn creía que podía «arreglar su rostro como si fuera un mueble».
Vida personal y familiar
Tuvieron dos hijos, Diane y Alec Jr., y su separación en 1997 atrajo la atención mundial. La transformación física de Jocelyn se convirtió en un símbolo de la época, ganándose el apodo de «Catwoman» por sus rasgos felinos.
Estilo de vida y caída económica
Aunque mantuvo un estilo de vida extravagante y continuó siendo una figura destacada en la alta sociedad, en 2018 Jocelyn declaró la bancarrota. Alegó que ya no recibía ingresos de la fortuna de su exesposo, lo que llevó al embargo de sus tres apartamentos en la Trump Tower de Nueva York. Wildenstein explicó que sus hábitos de gasto y sus continuas cirugías habían agotado sus recursos.
Últimos días y legado
Su última aparición pública fue el 18 de diciembre en París, donde se la vio radiante y con buen aspecto. La noticia de su fallecimiento ha causado conmoción en quienes la conocieron y los medios que siguieron su controversial vida. Jocelyn Wildenstein dejó una marca indeleble en la cultura popular, recordada por su singular apariencia y su vida llena de lujos y polémicas.
