Una avioneta de pequeño porte realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto internacional de Bangor, Maine, luego de que el piloto reportara una falla técnica en pleno vuelo. Según testigos, la aeronave descendió bruscamente y terminó fuera de la pista, activando de inmediato los protocolos de emergencia. Los servicios de rescate llegaron al lugar en cuestión de minutos y confirmaron que no hubo víctimas fatales, aunque el piloto y un pasajero fueron trasladados al hospital con heridas leves.
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha iniciado una investigación para determinar las causas exactas de la avería. Las primeras hipótesis apuntan a un posible fallo en el sistema hidráulico de control. A pesar del susto, las autoridades destacaron la pericia del piloto para evitar una tragedia mayor y subrayaron la importancia de los sistemas de respuesta rápida implementados en el aeropuerto, que permitieron controlar la situación sin mayores consecuencias.




