El regreso de los mensajes intimidantes y las extorsiones a comerciantes del 7 de Agosto, han sembrado el miedo entre los residentes y empresarios de la zona.
Desde la semana pasada, los extorsionistas han vuelto a la carga, exigiendo colaboración económica a los comerciantes bajo la amenaza de violencia y represalias.
A través de mensajes de texto y llamadas telefónicas, los delincuentes advierten a los comerciantes sobre las supuestas limitaciones de las autoridades para protegerlos, generando un clima de desasosiego y temor en la comunidad.
Los mensajes, enviados por WhatsApp, advierten a los comerciantes sobre la supuesta ineficacia de las autoridades para protegerlos.
«Nos sentimos totalmente desamparados. Estamos siendo extorsionados y amenazados constantemente, tememos por nuestras vidas y la seguridad de nuestros seres queridos», comentó Ana María López, propietaria de una tienda de abarrotes en el área afectada.
Extorsiones a comerciantes del 7 de Agosto
Los comerciantes relatan cómo las intimidaciones han afectado su día a día, impidiéndoles trabajar con tranquilidad y generando un ambiente de incertidumbre.
«Nos vemos obligados a vivir con miedo constante, sin saber si seremos los próximos», expresó Javier Rodríguez, propietario de un pequeño restaurante en el sector.
En respuesta a la escalada de amenazas, el Gaula de la Policía despegó un operativo especial para proteger a los comerciantes del sector.
El Mayor Figueroa, subcomandante del Gaula en Bogotá, instó a los comerciantes a colaborar con las autoridades y a mantenerse vigilantes ante posibles infiltraciones en sus negocios.
Los comerciantes solicitan urgentemente la intervención del alcalde Carlos Fernando Galán para militarizar la zona y garantizar la seguridad de quienes allí residen y trabajan.
«Necesitamos acciones concretas para proteger nuestras vidas y nuestras fuentes de ingreso. No podemos seguir viviendo en el miedo constante», concluyó Rodríguez.
