La situación en el barrio El Limonar, ubicado en la vereda Panamá de Soacha, ha alcanzado un punto crítico debido a la operación ilegal de un grupo conocido como los ‘Fontaneros’, quienes suministran clandestinamente agua a los residentes de la zona y extorsionan a los habitantes con tarifas abusivas.
Olga María Sierra de Reyes, una valiente residente, decidió denunciar esta actividad ilegal y, como resultado, ha sido víctima de intimidaciones y ataques violentos.
El origen de la denuncia
Olga, quien recientemente se mudó a una casa-lote en una zona alta del barrio, adquirió una motobomba para garantizar el acceso al agua, pero fue abordada por los ‘Fontaneros’, quienes le exigieron el pago de una supuesta deuda por el servicio.

Según Olga, estos individuos solo suministran agua a los habitantes del sector durante dos horas al mes, tiempo en el que los residentes deben almacenar toda el agua que puedan para sus necesidades básicas. Por este servicio precario, los ‘Fontaneros’ exigen 30 mil pesos mensuales y una cuota adicional de 5 mil pesos cada vez que abren el suministro.
Intimidación y violencia
La negativa de Olga a pagar desató una serie de represalias. “El 9 de septiembre sufrimos el primer atentado”, relató Olga. Los ‘Fontaneros’ amenazaron con agredir a la mujer y su familia, además de intentar romper los vidrios de su casa. Desde entonces, Olga ha sido blanco de constantes intimidaciones, y su motobomba fue robada en el mismo ataque.
“Quieren eliminarnos para quedarse con nuestros lotes”, denunció Olga, quien además comentó que tuvo que vender el lote de su hijo para defenderlo de una falsa denuncia.
Los ‘Fontaneros’ operan con total impunidad, utilizando la violencia para amedrentar a los residentes que no pueden pagar. En varios casos, despojan a las personas de sus viviendas y lotes, los cuales luego venden a nuevos compradores, repitiendo el ciclo de extorsión. “Estos criminales roban el agua de un nacimiento en las montañas, y aunque las autoridades lo saben, no hacen nada”, agregó Olga, quien ha decidido seguir denunciando pese a las amenazas de muerte.
La comunidad en estado de alerta
La situación en El Limonar refleja la vulnerabilidad de los habitantes frente a grupos que operan fuera de la ley y controlan el suministro de agua, un recurso esencial. Mientras las autoridades no tomen medidas contundentes, la comunidad sigue sometida a las extorsiones y abusos de los ‘Fontaneros’, quienes han sembrado el miedo en la zona. Olga concluyó con un mensaje contundente: “Aunque me maten, voy a alzar mi voz para que esta injusticia no continúe”.

															

