Para nadie es un secreto que el fútbol es el deporte más visto y uno de los que deja mayor rentabilidad para jugadores y empresarios quienes no contentos con eso y queriendo más, lograron sacarlo de la televisión abierta para adsorberle hasta el último peso al asunto.
En un país donde más de 21 millones de personas son pobres, o para que no suene feo y utilizando los tecnicismos de aquellos que ‘conducen’ al país: ‘personas con necesidades básicas insatisfechas’, resultó siendo muy descabellado quitarles a los colombianos lo único que medianamente los podía sacar de su rutina un fin de semana: el fútbol.
Todavía muchas personas recuerdan cuando desde las 3 de la tarde transmitían por la televisión abierta los partidos de la liga colombiana, y aunque no es la mejor del mundo, se entretenían viendo en familia los partidos del equipo de su municipalidad, gritando los goles, sufriendo sus derrotas y sin pagar un peso. Pero eso no podía entrar en la cabeza de los empresarios, quienes vieron en eso una buena fuente de ingreso y le pusieron precio. Así que el que no pague una mensualidad no tiene acceso a los partidos, así sean de la segunda división.
La medida que se viene aplicando desde el 2018 fue impulsada por la Dimayor por el entonces presidente Jorge Fernando Perdomo, un huilense que se ha movido en el mundo del fútbol y la política del partido Conservador, y que hoy goza de buenos sueldos, patrimonio, y a quien seguramente no le ‘duele ni un pelo’ para pagar el acceso al canal premium y ver los partidos cuando no pueda estar en los palcos de los estadios.



