Santander de Quilichao, Cauca — Un violento estallido interrumpió la tranquilidad de esta ciudad del norte caucano en la tarde del martes 15 de abril, cuando un artefacto explosivo colocado junto a un puesto informal de frutas hizo explosión a las 4:20 p.m. El saldo preliminar confirma la muerte de un hombre de aproximadamente 35 años y al menos dos heridos leves que fueron trasladados al hospital San José.
Testigos narran que, tras escuchar el estruendo, cundió el pánico entre comerciantes y peatones, quienes corrieron en distintas direcciones para ponerse a salvo. “Pensé que era un choque, pero luego vi a la gente tirada en el piso y el humo entre las casetas”, comentó Andrés Mosquera, vendedor ambulante que alcanzó a refugiarse en una tienda contigua.
La Policía Nacional, con apoyo de la Sijín y un grupo especial de antiexplosivos, acordonó de inmediato la zona y recogió los restos de lo que se presume era un dispositivo casero. “Iniciamos las labores de inspección técnica y levantamiento de evidencias. No descartamos ninguna hipótesis, desde una retaliación individual hasta un mensaje intimidatorio de algún grupo al margen de la ley”, señaló el comandante encargado, mayor Ronald Pérez.
El alcalde José Martínez lamentó lo ocurrido y anunció que reforzará la seguridad en puntos críticos de la ciudad: “He dispuesto un incremento de los controles viales y patrullajes, especialmente en el sector comercial donde ocurrió el atentado. No hay espacio para la impunidad”, afirmó la autoridad local.
Organizaciones de comerciantes expresaron su preocupación por el impacto en el comercio informal, además de exigir una respuesta rápida de las autoridades. “Aquí los vendedores vivimos al día; un ataque así no solo mata a una persona, sino que siembra el miedo. Necesitamos garantías para trabajar”, dijo Luz Adriana Castro, representante de la Asociación de Vendedores Populares.
La Fiscalía General de la Nación abrió investigación por el delito de terrorismo y estableció un grupo de trabajo conjunto con la Alcaldía y la Defensoría del Pueblo para atender a las víctimas y sus familias. Por ahora, las calles aledañas al lugar del atentado permanecen cerradas mientras se concluyen las pericias.
Este episodio se suma a otros hechos violentos registrados en el Cauca en los últimos meses, donde disidencias y bandas locales han buscado marcar presencia con acciones intimidatorias. Habitantes de Quilichao esperan que esta tragedia no se repita y que las autoridades logren frenar la escalada de ataques en la región.




